Todo empezó con el movimiento break, el hip hop y el skatete, recuerda Matías Mata (Sabotaje al Montaje). Uno de los pioneros del graffiti en Gran Canaria.
Mata habla de Escaleritas como barrio puntero en esa época. Son los primeros 90, había que salir a pintar «de noche», a veces, incluso, «con pasamontañas». Y se pintaba con botes de pintura que robaba algún colega. «Si no robabas un bote, no pintabas», pero a él, añade, no se le daba bien, así que dependía de un amigo «con muchas cualidades» para hacerse con lo ajeno. Mas un pésimo gusto a la hora de elegir colores. «Solo me traía fluorescentes», recuerda entre risas.