El empleo precario cronifica la pobreza en el Archipiélago

Una mujer con hijos a su cargo y con trabajo, pero precario. Ese es el nuevo perfil de la pobreza en Canarias, donde cada vez es más frecuente que quienes encuentran empleo no perciben los ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas de su familia, alertan Cáritas Diocesana de Canarias y Cruz Roja.

La mejora que se ha producido en la economía española no llega a toda la población, ni tampoco a aquellos sectores que se encuentran en situación de exclusión social en Canarias, donde la pobreza se ha cronificado. Así lo manifestó este miércoles el director de Cáritas Diocesana de Canarias, Gonzalo Marrero, durante el acto de la firma de un acuerdo con la Fundación Acuorum. La organización ha registrado un descenso de 1.000 usuarios con respecto a 2015. Sin embargo, pese a este descenso, sigue acalzando unas cifras muy altas de ayuda, ya que hasta octubre de 2016 la organización ha atendido a unas 10.500 familias en riesgo de exclusión social en la provincia de Las Palmas, lo que se traduce en una ayuda indirecta a 35.500 personas. Según explicó Marrero, el descenso de beneficiarios respecto del año anterior no es síntoma de mejoría, ya que lo que ocurre es que muchos beneficiarios ya no acuden a los servicios de ayuda como lo hacían antes tras haber encontrado un empleo. Muchas de estas personas intentan cubrir algunas necesidades básicas con sus ingresos, pero acaban pidiendo apoyo para pagar alimentos, el alquiler o las facturas porque no llegan a fin de mes, es decir, que aunque tienen trabajan, siguen siendo pobres, explicó Marrero. Este nuevo tipo de pobreza originado por la crisis está formado por familias jóvenes, que tenían una hipoteca, y tras perder su empleo se quedaron sin ingresos y sin ayudas. De los usuarios, muchos son familias monomarentales con hijos a su cargo, dijo Marrero, que explicó que Canarias «tiene cultura matriarcal y es la mujer la que acude más a pedir ayuda». El presidente autonómico de Cruz Roja española, Gerardo Mesa, corroboró los datos de Cáritas al afirmar que el número de beneficiarios de la organización también es elevado y sobre la precariedad laboral criticó que las empresas abaraten sus costes a costa de explotar a sus empleados «por sueldos de miseria».

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