El barco de Repsol sigue anclado en el pozo ‘Sandía’

B. Hernández
B. HERNÁNDEZ

Diez días después de haber anunciado que no hay petróleo ni gas en cantidad suficiente para ser extraído en aguas próximas a Canarias, el barco de Repsol continúa en el pozo Sandía «finalizando los trabajos de recogida de material». La compañía mantiene que «no habrá más sondeos».

El Rowan Renaissence continúa en el pozo Sandía, a poco más de 50 kilómetros de Fuerteventura y 60 de Lanzarote a pesar de que no hay crudo en la zona y la petrolera ya haya anunciado que abandona las prospecciones en este área. El barco tiene previsto volver a la campaña que la compañía tiene frente a las costas de Angola en cuanto sea posible. De momento, se están concluyendo todos los trabajos necesarios para dejar la zona, como subir el sistema de válvulas, una tarea que se realiza de forma lenta porque es complicada, sobre todo por la voluminosidad del material. El sellado del pozo, por el contrario, ya se concluyó la semana pasada.

Después de descartar que exista gas o petróleo en calidad y cantidad rentable para ser extraído, Repsol ha reiterado que «no habrá más sondeos» en aguas próximas a Canarias, a pesar de la advertencia desde el Ministerio de Industria, Energía y Turismo de que se pueden imponer sanciones por no realizar la segunda cata para la que obtuvo autorización.

Por otro lado, y respecto a las declaraciones del subsecretario de Industria, Energía y Turismo, Enrique Hernández Bento, asegurando que Repsol dispone a partir de ahora, una vez anunciada su intención de abandonar los trabajos en Canarias, de la posibilidad de transferir su permiso sobre el segundo sondeo a cualquier lugar de España donde tenga autorizados trabajos similares, distintas fuentes han señalado que esta opción no es posible.

En este sentido, se apunta que se puede trasladar el compromiso de inversión, pero no el de los sondeos. Es decir, que puede derivar a otra zona del país la inversión que no se hubiera hecho en las prospecciones en aguas cercanas a Canarias. Sin embargo, según las declaraciones que han hecho representantes de Repsol, el primer sondeo ha costado en torno a 200 millones de euros. El compromiso de inversión exigido por Industria era de 20 millones. Si la inversión hubiera estado por debajo de esta cifra, podría transferir la cantidad restante.

En cambio, no se pueden transferir los compromisos de un sondeo porque están concedidos para un punto concreto, con unas condiciones técnicas específicas para esa zona y con unos requerimientos medioambientales específicos. Asimismo, en cuanto a la posibilidad de ser multados por Industria por no llevar a cabo el segundo sondeo, Repsol ya ha señalado que sus permisos siguen vigentes hasta el próximo año, y por tanto, de momento no se puede imponer ninguna sanción porque no se ha producido ningún incumplimiento.

A pesar del abandono de la zona por parte de la petrolera, las instituciones y organizaciones canarias que se han manifestado contra el petróleo, han indicado que mantendrán sus actuaciones judiciales, sociales y políticas.

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