El arte sensitivo de Oswaldo Maciá
Entre agosto y diciembre de 2015, el canto de 2.000 pájaros recibió a los visitantes de la Tate Britain. Oswaldo Maciá, el autor de esta escultura sonora que ahora forma parte de los fondos de este templo del arte moderno, intentará despertar los sentidos de los que acudan a San Antonio Abad para ver, oler y escuchar su trabajo.
Oswaldo Maciá (Cartagena, Colombia, 1960) define su trabajo como «una invitación a repensar lo que creemos saber». El artista usa las coordinadas visuales que hemos asumido para cuestionar su significado mediante el uso de sonidos y olores que intentan detener al espectador y hacerlo reflexionar. «La vista, nuestro sentido primordial debe evitarse. El mundo visual se encuentra saturado de un simbolismo simplista, fácilmente reconocible y discutible con lo que se sabe. La visión está llena de lo sé», proclama en su Manifiesto por una escultura olfativa-acústica, un documento clave para entender las tres piezas creadas expresamente la para ser mostradas en San Antonio Abad.
La primera de las piezas que propone el artista es La fábula del viento: una gran cortina roja que cubre 32 metros de paredes de la planta baja, cuya contemplación se acompaña de un sonido envolvente del viento soplando a través de 16 canales distribuidos por la sala. Maciá explicó que son grabaciones obtenidas en distintos puntos de Europa, del Caribe y Sudamérica. «Explora el concepto de vientos de ida y vuelta. No solo migran las semillas y las aves, migra de todo. Hasta la gente. Como la palabra migración es más alérgica que nunca es interesante verla desde otros aspectos positivos», indicó el artista que ha usado el telón rojo para «alejar al espectador del mundo ocular-centrista en el que vivimos». Su propósito es usar la acusmática, idea que usó Pitágoras, quien daba clases detrás de una cortina para que los elementos visuales no distrajeran a sus alumnos.
La segunda obra, titulada Volucrarios, consta de nueve cuadros que ocupan el patio del museo, inspirados en los bestiarios medievales dedicados a la clasificación de los pájaros.
La planta superior se reserva para Bajo el horizonte. Una instalación acústica y olfativa que invita al espectador a cuestionar sus ideas preconcebidas. Se trata de una bañera rebosante de liquido negro oloroso, envuelto en un sonido extraño y familiar. «La parte visual se refiere al mundo del cine. Cuando ves una tina rebosando, piensas que algo malo sucedió. La cultura invita a crear esos marcos de pensamiento», afirma el autor que usa un perfume creado al efecto y los sonidos de una fábrica de uniformes militares para romper esos esquemas.
UN LATINOAMERICANO MUY COTIZADO. Oswaldo Maciá ha expuesto en grandes museos del mundo y ha sido consagrado por la Tate Modern, que incluyó una de sus esculturas sonoras en su colección.
Afincado en Londres hace 27 años, ha expuesto en Withe Box (EE UU), en Daros Latin America Collection (Suiza) o en el Reina Sofía.
En su obra Tears of Blood, donde reunió grabaciones de llantos, contó con la colaboración del diseñador Jasper Morrison y el músico Michael Nyman.
El director del CAAM, Orlando Britto, indicó que su propuesta se enmarca en el objetivo del museo de presentar a relevantes artistas latinoamericanos.
FICHA DE LA EXPOSICIÓN.
Qué. Ecuaciones [Esculturas olfativo-acústicas].
Quién. Oswaldo Maciá.
Cuándo. Desde hoy y hasta el próximo 18 de junio de 2017. Se puede visitar de martes a sábado, de 10.00 a 21.00 horas; y domingos, de 10.00 a 14.00 horas. Lunes, cerrado.
Dónde. En la sala de San Antonio Abad-CAAM, en Vegueta.
Encuentro. El artista Oswaldo Maciá ofrece una visita guiada este viernes, 10 de febrero, a las 19.00 horas, junto al director del CAAM.
Cuánto. Entrada gratuita.
Presupuesto. 38.000 euros.
Producción. A cargo del CAAM.
