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El Anfiteatro. Montilla, 'president'

Como estaba previsto, Josep Montilla se convirtió hoy en el 138 'president' de la Generalitat, cuarto de esta etapa democrática tras Tarradellas, Pujol y Maragall. El discurso de investidura de Montilla ha permitido constatar lo que ya se sabía: que el nuevo Gobierno estará mucho más atento a la gestión, al logro de realizaciones concretas que beneficien a los ciudadanos que a reivindicaciones identitarias o a victimismos ideológicos (el fracaso del 'tripartito' anterior habrá servido de experiencia, según parece). De momento, el programa es denso y positivo, aunque han desaparecido de él todos los asuntos -como por ejemplo la interconexión eléctrica con Francia- en que existe disenso entre los socios de la coalición. Y ya puede asegurarse que el éxito o el fracaso de la etapa que ahora comienza dependerá de que los actores políticos de la 'entesa' sean capaces de conllevarse sin fricciones insuperables y sin crisis públicas que mermen la credibilidad del equipo. En definitiva, la conducta de Carod-Rovira será el elemento central de la estabilidad o de la inestabilidad de la aventura.

Antonio Papell

Lunes, 20 de julio 2020, 07:59

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Objeciones de Artur Mas

"Tienen todo el derecho", dijo ayer en su discurso a los miembros del tripartito el líder convergente Artur Mas. Sin embargo, a continuación, les lanzó el conocido interrogante que pone en duda la legitimidad de la coalición: "¿No creen que el pueblo tiene derecho a saber las intenciones reales que tenían, a saber qué estaban votando el 1 de noviembre?". Así, Mas insistía en su denuncia de que el tripartito ya estaba pactado antes de la cita electoral puesto que tardaron menos de un día en anunciar el nuevo acuerdo de Gobierno. "¿No debería haberse dicho antes la intención que tenían?", reiteró. Con todo, tras insistir en esta crítica que resulta infundada -el régimen autonómico catalán es parlamentario y no presidencialista, y gobierna quien puede, quien logra suficientes apoyos-, Mas ha pasado a reconocerse líder de la oposición en Cataluña: "en democracia es tan importante la oposición como el Gobierno", ha dicho, para advertir inmediatamente de que sus gentes serán "contundentes e implacables contra el desgobierno", aunque "constructivos en las formas" y en los grandes asuntos que afectan a Cataluña. "El resultado del 1 de noviembre es muy claro", ha recordado finalmente Mas, y por ello CiU ejercerá el liderazgo que le corresponde como fuerza más votada de la comunidad.

Irak, de mal en peor

Ayer, la policía iraquí revelaba que el número de muertos producidos por la serie de atentados de la víspera en los arrabales de Bagdad era de 202 y no de 152 como se había anunciado (además, hay más de 250 heridos, algunos de ellos en estado crítico). Y también ayer, mientras concluían los recuentos, dos terroristas suicidas, uno en un coche y otro con un cinturón de explosivos, atentaban en la ciudad iraquí de Tal Afar, al norte del país, provocando al menos 22 muertos y 26 heridos, según fuentes policiales de Mosul. Según la ONU, octubre ha sido el mes más trágico de la invasión de Irak, con 3.709 muertos (unos 120 diarios), y todo indica que noviembre superará con creces aquella cantidad. Y lo grave es que no se ve horizonte alguno a esta auténtica guerra civil que ya no merece quedar oculta bajo tranquilizadores eufemismos. El gobierno títere impuesto por los aliados no sabe afrontar la situación y éstos están buscando la mejor manera de largarse cuanto antes del desastre que han provocado y que ya sólo admite un final posible: la separación de las etnias iraquíes, la ruptura del país.

Defensa de los profesores

Ha sido muy estimulante para los cuerpos docentes de Cataluña la decisión judicial de abrir causa penal por atentado a unos padres que han agredido a unas profesoras de sus hijos y a un conserje. La medida ha sido adoptada por la titular del juzgado número 33 de Barcelona, días después de que el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Josep María Mena, ordenara a sus subordinados que utilicen esta vía inculpatoria, que descarta considerar tales agresiones como falta y las eleva a la categoría de delito de atentado, castigado con penas de prisión, al considerarse que los profesores y los médicos, en el ejercicio de sus responsabilidades sociales, están investidos de autoridad. Habrá que ver si prospera este camino sancionador porque de lo contrario habrá que reformar el Código Penal para que tenga cabida este enfoque jurídico, que sin duda es razonable y responde a una demanda social muy generalizada

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