El alcantarillado de La Isleta necesita 2,5 millones
Las últimas lluvias evidenciaron la fragilidad de la red de saneamiento en la zona alta de La Isleta. El Ayuntamiento está en estos momentos sustituyendo las tuberías de la calle Osorio, pero ha calculado que la actuación en toda la parte alta requiere de unos 2,5 millones de euros.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria está cambiando en estos momentos la red de saneamiento de la calle Osorio, en La Isleta. La obra requiere de una inversión de 221.000 euros, pero las necesidades del barrio van más allá. Según los datos aportados por el concejal de Aguas, Roberto Santana, la renovación de las alcantarillas de la parte alta del barrio necesita de unos 2,5 millones de euros debido a la obsolescencia de las tuberías.
"En La Isleta hay tuberías que son de la década de los 50 o de los 60, aunque los técnicos no tienen constancia de cuándo fueron colocadas", explicó el edil, "eso no significa que no sean vigiladas porque se visualiza de manera constante la red de saneamiento".
Sin embargo, la debilidad de la red deja a los vecinos a expensas de situaciones anómalas, como las fuertes lluvias que tuvieron lugar a fines de octubre y que dejaron las alcantarillas de la calle Osorio al borde del colapso.
De hecho, hubo que autorizar una actuación de urgencia en esta calle. Durante un mes se estuvo limpiando la red de saneamiento, pero no se solucionaba el riesgo de vertido de aguas residuales a la vía pública y de afección a las viviendas.
Por eso, a principios de enero se inició la obra de renovación de la conducción de la calle Osorio, una obra que acabará a mediados de marzo.
La situación no es exclusiva de la zona alta de La Isleta. El concejal de Aguas del Ayuntamiento asegura que hay otros barrios del municipio en los que la situación es la misma, como por ejemplo Zárate, San Nicolás, Tamaraceite, La Paterna o Pedro Hidalgo, entre otros muchos.
A esta situación se llega porque no ha habido inversiones en la adecuación de la red de saneamiento al crecimiento de la ciudad. "No es solo cuestión de aumento de población, sino que la ciudad y sus infraestructuras también envejecen", explicó.
