El 67% de los canarios no puede ahorrar para el retiro
Cuando la mayor preocupación es cómo llegar a fin de mes con la nevera medio llena, es difícil pensar en el futuro. El porcentaje de canarios que ahorra para cuando llegue el momento de su jubilación ha caído fuertemente con la crisis, y se reduce al 34%, es decir, 14 puntos menos que en 2008, cuando la tasa estaba en el 48%.
Querer y no poder, esa es la cuestión. El porcentaje del 34% de canarios que ahorra este año para la jubilación supone una reducción de nueve respecto a 2010 de nueve puntos, según el cuarto Observatorio Caser Pensiones sobre la comunidad canaria. Y no es por falta de ganas: la gran mayoría de los isleños, siete de cada diez (el 68%), reconoce que no guarda para el retiro sencillamente porque no tiene capacidad.
Sin embargo, una gran mayoría de los canarios tienen claro que su tranquilidad en la vejez pasa por llenar la hucha: el 77% de los encuestados afirma tener intención de ahorrar en el futuro.
Este deseo frustrado de ahorrar tiene que ver con las dudas, cada vez más generalizadas, sobre la viabilidad futura de la Seguridad Social. El porcentaje de los que confían en las pensiones públicas ha pasado del 69% en 2009 al 26% en 2011, es decir, 43 puntos menos.
De hecho, cada vez son más los isleños que creen que la probabilidad de que el sistema de pensiones quiebre es alta, situándola en 6,12 sobre 10, nota muy similar a la que ya otorgaban en 2010 (6,24), y a la dada en el resto de España (6,19).
Cuando se les pregunta a los isleños por las causas que hacen imposible el ahorro, la mayoría, el 61%, alude a las de índole laboral. Otro 37% asegura que las deudas por la compra del coche, o de los muebles, les impiden plantearse un plan de pensiones, y otro 36% reconoce que la hipoteca es el principal impedimento.
Más de la mitad de los canarios, el 52%, considera que las pensiones son muy bajas y que con ellas pasaría necesidad, dato diez puntos superior al nacional. También genera malestar entre los canarios la última reforma llevada a cabo por el Gobierno, especialmente en lo que se refiere a retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, congelar las pensiones o aumentar el periodo de cálculo de cotización con el que se fijan las cuantías económicas a percibir por los jubilados.