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Detenido en Vecindario el pederasta del furgón blanco

La acción decidida de una madre permitió a la Guardia Civil detener el pasado lunes a D.J.M.P., al que dos menores que prestaron declaración ayer en los Juzgados de San Bartolomé de Tirajana identificaron como el supuesto pederasta del furgón blanco, al que se vincula con el caso del menor Yeremi Vargas.

Jueves, 1 de enero 1970

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Las puertas de los Juzgados de San Bartolomé de Tirajana se convirtieron ayer en escenario de una acción reivindicativa de tres madres que, acompañadas por sus respectivas hijas, dos de ellas menores, exigían que la autoridad judicial competente enviara a prisión al detenido identificado como D.J.M.P. por considerar que supuestamente se trataba de la misma persona que desde hace más de un año ha sido denunciado por presunta pederastia.

El magistrado juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número seis de San Bartolomé de Tirajana, José Alexis Reyes, tras tomar declaración a las menores y a sus madres, a primeras horas de la tarde de ayer dictó la medida cautelar urgente de alejamiento para protección de la víctima que obliga a D.J.M.P a no acercarse a la vivienda de las niñas y permanecer alejado 500 metros de las menores.

Sin embargo, el detenido continuaba anoche en dependencias de la Guardia Civil de Vecindario, porque los equipos de expertos de la Benemérita que trabajan en la investigación de la desaparición del menor Yeremi Vargas habrían encontrado pistas suficientes para vincularlo al desgraciado suceso. Asimismo, fuentes oficiosas indicaron su posible relación con las actividades de un grupo de pederastas que se mueven en la Isla y que se comunican a través de internet.

Candelaria González, la madre que posibilitó su detención, manifestó ayer a las puertas del juzgado que viven una situación desesperante porque este individuo intentó en al menos tres ocasiones raptar a su hija, de quince años de edad. La última vez fue el pasado lunes. «Intentó llevársela por la fuerza, pero ella forcejeó, logró escapar y tocó el timbre de casa». A partir de ese momento, puso en juego toda su valentía de madre y mientras llamaba a la Guardia Civil, lo retuvo con una piedra.

El modo de operar era siempre el mismo

Candelaria González era ayer un manojo de nervios a las puertas del juzgado mientras su hija, Fayna, de sólo quince años, prestaba declaración ante el juez. Ella misma también lo hizo poco después al igual que Benedicta Alemán, cuya hija, Yanira, fue abordada por el mismo individuo con las mismas intenciones. Estas madres explicaron ayer que el presunto pederasta detenido por la Guardia Civil en Vecindario tenía un modo de operar casi siempre similar cuando se acercaba a los menores. «A todas las niñas lo primero que les preguntaba era dónde estaba la calle Almogarén, y después intentaba acercarse a ellas con frases como que bonita eres o invitándolas a dar un paseo», indicó Candelaria González.

Las madres dicen que este individuo se movía por los núcleos de Los Llanos, Cruce de Sardina y Doctoral, y que siempre sospecharon que era un pederasta.

También a las puertas del juzgado estaba Delmi, la madre de la pequeña a la que hace más de un año intentó llevarse amenazándola con un cuchillo. El relato de la menor es escalofriante. «Mi dijo que él salía en los periódicos y que si llamaba a la policía o se lo decía a mis padres, volvería a por mí», contó. Delmi se enfrentó ayer con el juez, porque pidió que se lo dejaran ver, que su hija quería reconocerlo, pero la respuesta fue que acudiera con la denuncia a la Guardia Civil y solicitara una rueda de reconocimiento.

Las madres decían que ahora que está detenido, están un poco más tranquilas, pero también tenían la esperanza de que no lo pongan en libertad, «porque nadie nos garantiza que respete la orden de alejamiento», apuntaban preocupadas.

Todas estas familias hace mucho tiempo que no pueden conciliar el sueño con tranquilidad, por lo que esperan que la justicia «ponga fin a este sin vivir y podamos descansar».

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