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Dejar de fumar, hacer ejercicio, comer sano y tomar la medicación, claves para evitar un segundo ataque al corazón

Europa Press

Jueves, 1 de enero 1970

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Dejar de fumar, realizar actividad física regular, comer alimentos saludables y tomar la medicación prescrita para proteger las arterias coronarias y para controlar los factores de riesgo, como la presión arterial alta y el colesterol, son factores clave para evitar la repetición de un ataque al corazón, según las pautas definidas por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés) y publicadas en 'European Journal of Preventive Cardiology'. "Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en el mundo, lo que representa una de cada cinco muertes en Europa", afirma el autor principal del documento, el profesor Massimo F. Piepoli. "La mayor consecuencia de las enfermedades cardiovasculares es por infarto de miocardio (ataque al corazón)", añade. Y continúa: "Una de cada cinco personas que sobrevive a un ataque al corazón tiene un segundo evento cardiovascular en el primer año, incluso con un tratamiento y una atención óptima. La gente detrás de estos números estimuló esta llamada a la acción para reducir el riesgo". En el documento de consenso se describen los pasos que los pacientes y los profesionales de la salud pueden tomar para prevenir ataques cardiacos recurrentes. "Un estilo de vida saludable para el corazón es la forma más eficaz de evitar otro ataque al corazón -afirma el portavoz de prevención en la ESC, el profesor Joep Perk--. Esto debe ser apoyado con un buen tratamiento médico y seguimiento" "Dejar de fumar supera todo para prevenir ataques al corazón -destaca el profesor Perk--. Combinar eso con ejercicio y una dieta saludable podría evitar el 80 por ciento de todos los infartos de miocardio". Según con la encuesta EUROASPIRE, después de un infarto agudo de miocardio, el 16 por ciento de los pacientes fuman, el 38 por ciento son obesos y el 60 por ciento realizan poca o ninguna actividad física. Sólo la mitad de los pacientes participa en un programa de rehabilitación cardiaca, de los cuales solo el 80 por ciento asiste realmente. "Tener un ataque al corazón es una experiencia desagradable pero no parece motivar a los pacientes a adoptar un estilo de vida saludable para evitar tener otro -lamenta el profesor Piepoli--. También sabemos que más de la mitad de los pacientes de ataque al corazón deja de tomar sus medicamentos preventivos". "Los pacientes están casi cegados por los excelentes resultados de los 'stents' para despejar las arterias bloqueadas --argumenta Perk--. Hay una creencia excesiva en la atención médica que se puede proporcionar y los pacientes sienten que no tienen que hacer nada. El reto es convencer a los pacientes de que la mejor manera de prevenir otro ataque al corazón es que sean responsables de su propia salud. Podrían salvarse muchas vidas; se pierde demasiado por no hacerlo". La prevención de ataques cardiacos recurrentes debe comenzar inmediatamente después del primer caso, mientras los pacientes están todavía en el hospital, a lo cual se debe dar la misma prioridad que tratar el infarto de miocardio inicial, según los autores. Proponen remitir a los pacientes a un ambulatorio de rehabilitación cardiaca para reforzar los mensajes de estilo de vida y fomentar la adhesión al cambio de comportamiento y los medicamentos. "Los especialistas en cuidados agudos cardiovasculares son responsables de identificar los factores de riesgo (tabaquismo, inactividad, mala alimentación) y enseñar a los pacientes cómo mejorar sus hábitos de estilo de vida. Esto puede apoyarse por la prescripción de medicamentos para la presión arterial alta y el colesterol. Si no se inicia la prevención tan pronto como sea posible, puede dar la impresión errónea de que es menos importante que la cura", advierte Piepoli. Y concluye: "Hemos demostrado científicamente formas de prevenir un segundo ataque cardiaco pero tenemos que capacitar a los pacientes para comprender mejor sus factores de riesgo después de un infarto de miocardio y tomar un papel central en su recuperación. Cardiólogos, enfermeras y personal paramédico tienen un papel que desempeñar en la prevención, desde la fase aguda hasta la atención de seguimiento después del alta hospitalaria".

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