Cuando la vida no es solo ir... del hotel al teatro
La vida de los componentes del musical Los Miserables, que está de gira por toda España, tiene sus múltiples particularidades. Son muchas noches fuera de sus hogares, de un lado a otro del país y durmiendo en hoteles. Como dicen ellos, «esto tiene sus cosas buenas y sus cosas malas», pero quizás los que más intensamente lo viven son los seis niños que están en el elenco y que interpretan los papeles de Cosette y Gavroche. Son tres chicos y tres chicas de ocho a once años y están viviendo con intensidad cada jornada de este tour.
Su día a día dista mucho al del resto del elenco y, por supuesto, al del cualquier niño de su edad, puesto que dedican todas las mañanas a recibir clases particulares y por la noche actúan. Para ello, la compañía les ha puesto dos profesores Andrés Aranda y Minerva Bartolomé quienes se encargan de impartir conocimientos a los actores y también hacer de tutores las 24 horas.
«Es la primera vez que se hace algo de estas características y el resultado está siendo el óptimo», señalaba Andrés bajo la atenta mirada de sus alumnos. Los jóvenes han asimilado desde el primer día este nuevo método de trabajo y «aprovechan que tienen profesores particulares, algo que les aporta más dedicación y calidad educativa», apuntó el tutor. Hay que destacar que, como cada actor viene de un colegio diferente y no tienen la misma edad, «nos adaptamos a lo que tienen que estudiar y con los libros de sus colegios de origen». Para ello, los dos profesores están en contacto diario con los centros educativos de cada uno de los seis niños «y así vamos al mismo ritmo de clases y cuando regresan a sus casas y se incorporar a los coles, pues no notan el cambio y se adaptan fácilmente», recalca el tutor.
Andrés Aranda se centra en matemáticas y conocimiento del medio y Minerva Bartolomé en inglés y lenguaje: «Entre los dos vamos completando todo el temario y es una experiencia muy interesante. Al principio pensábamos que nos iba a costar un poco más, pero los niños están encantados y para nada extrañan sus colegios», admite Minerva.
Un día normal para estos jóvenes actores, consiste en desayunar, dar clases con su recreo correspondiente y luego prepararse para el almuerzo. La tarde la dedican a actividades extraescolares de canto, interpretación y baile, pero también van al parque a jugar, hacen deporte y turismo por los sitios a donde viajan: «Aquí hemos ido a las dunas de Maspalomas, la playa de Las Canteras... Los niños están muy contentos con esta experiencia y hacen amigos con los actores de cada ciudad. Se lo pasan genial», exclama Andrés Aranda.
Los profesores duermen con los niños y vigilan su higiene personal: «Tenemos contacto a diario con sus padres y aquí somos como su familia. Es una experiencia enriquecedora», dice.
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