Crece la familia de dromedarios
Nacieron el mismo día pero uno es más grande que el otro. El más pequeño tiene ojos claros, pestañas largas y patas y hocico blanco. El otro es el doble de tamaño. Los dos dromedarios, que vieron la luz hace cuatro días, se han convertido en un atractivo turístico en el parque La Baranda, en Arteara.
Todos los turistas quieren tocarlos, pero sobre todo los más pequeños, quienes sienten una gran curiosidad e intentan acercarse a ellos para acariciarlos. Estos dos nuevos miembros de la familia de dromedarios del Safari Park La Baranda, han sido recibido con gran satisfacción por los propietarios de las instalaciones, «ya que nos permite incrementar la población de estos animales, cuya importación del Sahara está actualmente cerrada por razones sanitarias, debido a la enfermedad de la lengua azul», señala uno de sus propietarios, Juan Ramírez.
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