Canarias irrumpe en la escena nacional
El anuncio del presidente del Gobierno, Paulino Rivero, de querer convocar una consulta popular sobre las prospecciones de Repsol ha hecho que los focos mediáticos nacionales se muevan hacia Canarias. Los principales medios de comunicación se hicieron ayer eco y el comisionado para el Desarrollo del Autogobierno, Fernando Ríos, mantuvo un encuentro con un grupo de corresponsales extranjeros.
La puesta en escena elegida para realizar el anuncio fue extraordinaria. Es la primera vez que Paulino Rivero comparece rodeado de todos y cada uno de los consejeros de su Gobierno. Una apabullante manifestación de que no hay grietas internas.
Toda una fuerza demostrativa para un asunto que tiene un éxito cuestionable. Desde el principio, el Gobierno central ha utilizado todos los resortes a su alcance para desbloquear e impulsar las prospecciones petrolíferas, al mismo tiempo que el Ejecutivo autonómico ha peleado para impedirlas.
Dado que es el Gobierno del Estado el que debe autorizar la consulta popular, lo más probable es que no lo haga. Habrá sido casualidad, pero lo cierto es que la decisión tomada por el Gobierno de Canarias no fue lo suficientemente relevante como para que el presidente Mariano Rajoy atendiera la llamada de teléfono hecha por Rivero a la primera. A la tarde le contestó un 'ya veremos', al más puro estilo de Rajoy.
En estas circunstancias, cabe deducir que la consulta más que «escuchar al pueblo» realmente servirá como presión en dos frentes. El primero sobre el Tribunal Supremo, cuyo fallo relativo al recurso contencioso administrativo interpuesto por el Cabildo de Fuerteventura contra las autorizaciones para las prospecciones se prevé en abril y el segundo, sobre el inicio mismo de los sondeos.
Paulino Rivero no quiso adelantar qué hará si el Gobierno de Mariano Rajoy no le da la autorización. Eso sí, confió en que «suspenda las prospecciones» previstas en junio porque «eso sería lo más razonable».
