Bronca antológica entre la defensa y los forenses

El abogado defensor del presunto asesino del caso talio ha mantenido este miércoles una bronca dialéctica mayúscula con los forenses que hicieron la autopsia a la vícitima, que ayer se mostraron convencidos de que Laura no había muerto de muerte natural sino envenenada con medios "perversos".

A grito pelado y sin medida, con grandes aspavientos y sin atender para nada a los requerimientos de contención del magistrado presidente -que llegó a anunciar con ironía que a lo mejor mañana no asistía y,dijo, "ya se arreglan ustedes"-, el letrado José Álvarez ha intentado desacreditar las aseveraciones de los peritos sobre la presencia de talio en las analíticas y en la uñas de Laura, afirmando que las muestras que los médicos ven como inequívocas de envenenamiento bien puedes obedecer a patologías naturales. Los médicos insisten en que la presencia de talio en Laura era incontestable y en dosis "nunca vistas".

Las discrepancias entre los peritos y el abogado se fueron resolviendo o quedando colgadas a base de gritos in crescendo. El forense Javier Tapia llegó a acusar al letrado de tergiversar diagnósticos, datos y afirmaciones y de leer solo partes de los informes, y un Álvarez fuera de sí afirmó que el perito ocultaba los datos que favorecían a su cliente.

El presidente le advirtió de que si seguía gritando así le iba a "dar un infarto".

El abogado andaluz aún cuestiona la existencia de un pinchazo en la piel de Laura que ayer martes quedó demostrado sin lugar a dudas que había existido, pues una foto indubitada de la autopsia a gran tamaño objetivó que debajo de la piel había la trayectoria de un objeto punzante compatible con una aguja de jeringuilla. Pero el defensor se agarra a un informe a simple vista anterior, del enfermero que la lavaba, que aventuró en su día que podía ser "celulitis".

El magistrado presidente recordó a los intervinientes que la sala era un tribunal de Justicia "y no un campo de fútbol"

• Temas
• Caso Talio