Borja consiguió 150 litros de leche
María José Pallarés
Jueves, 30 de abril 2015, 01:00
Sesenta familias de San José y la Vega de San José, con graves necesidades económicas, tendrán leche para sus hijos gracias a una donación realizada por un niño de 11 años. El gesto solidario de Borja ha conmovido a la asociación de vecinos de la Vega de San José Cono Sur.
Borja Alonso Cabrera, de 11 años, abrió su hucha de Bob Esponja antes de lo previsto. Quería intentar un remedio a algo que le entristeció. Había niños de su barrio que se iban a quedar sin leche.
Los más de 75 euros que llevaba ahorrando desde hacía meses para comprar una patineta de maniobra se los entregó a la asociación de vecinos Vega de San José Cono Sur. Por una serie de circunstancias sobrevenidas, el colectivo vecinal no había conseguido reunir la leche que, todos los meses, incluyen en el reparto de alimentos que entregan a 60 familias, la mayoría con hijos pequeños, de los barrios de San José y la Vega de San José, a las que la crisis ha dejado en la miseria.
El 16 de abril, seis días antes de cumplir los 11 años, Borja había terminado su clase particular de inglés y le dijo a su padre que antes de recogerlo pasara por la casa a recoger la hucha porque «quería llevársela a la asociación de vecinos». Y así fue. Había oído en casa a sus padres hablando del problema que tenía el colectivo vecinal al que pertenecen para incluir leche infantil en el reparto mensual. «Me dio mucha pena y no me lo pensé. Ahora estoy más contento de lo que estaba antes», dice Borja. El ejemplar gesto solidario de Borja ha permitido al colectivo vecinal comprar 150 litros de leche. «De alguna manera nos ha solucionado el problema que teníamos para este mes y el próximo», asegura el presidente de la asociación de vecinos Vega de San José Cono Sur, Óscar Roque. «Todos estamos muy agradecidos con Borja», puntualiza.
Borja hizo «lo que tenía que hacer», confiesa. Le dio igual quedarse sin ahorros para el patinete que tanto quería. «Lo puedo volver a reunir», explica.
Tiene una solución para combatir la pobreza: «que todas las personas del mundo dieran comida para los niños pobres», propone este niño que, desde el año pasado, forma parte de los 10 voluntarios del colectivo vecinal que reparten los lotes de alimentos a familias desfavorecidas. «Mi primo dice que no sabía el tamaño que tiene mi corazón», confiesa con sonrojo Borja, que estudia 5º de Primaria en el CEIP Hoya Andrea, y en el futuro quiere ser futbolista. «Hay que saber muchos idiomas porque en los equipos hay ingleses, alemanes...», explica este niño que prepara su futuro en los alevines de la UD Las Palmas.
Ahora «sólo tengo un euro en la hucha». La patineta tenía que esperar pero este miércoles recibió una sorpresa. Un anónimo le dio una a la asociación cuando se enteró de su hazaña. Seguro que las familias del barrio que todos los meses recogen alimentos en la asociación le agradecerán que, al menos, hasta mayo tendrán leche para sus hijos.