El Banco de España considera que conceder créditos por debajo de su coste "no es competir, es hacer trampas", afirmación que se produce el día en el que el organismo ha aprobado la modificación de la circular contable de las entidades de crédito.
Modificación cuyo principal objetivo es actualizar el anejo IX de la norma, relativo al "análisis y cobertura del riesgo de crédito", con el que, entre otras cosas, se cambia el método de cálculo de las provisiones.
Entre las novedades de la norma, que estará vigente a partir del 1 de octubre, destaca que en la concesión de crédito la banca tiene que reconocer el valor razonable de la operación, ya que si el precio de la transacción es menor se tendría que tener en cuenta una prima de riesgo.
"Operaciones concedidas por debajo de su coste son un indicio de que deben ser objeto de revisión y seguimiento especial", han indicado fuentes del Banco de España.
En este sentido, la norma, dentro de la clasificación de las operaciones en función del riesgo de crédito por insolvencia, establece la desaparición de la categoría de subestándar (con riesgo de entrar en mora, o morosos), y en su lugar incluye una nueva subcategoría de riesgo"en vigilancia especial".
Esta subcategoría incluye las operaciones que presentan debilidades en su solvencia, pero sin plantear dudas sobre su reembolso total, entre otras, las operaciones reestructuradas o refinanciadas, e identificadas como "en período de prueba".
Fuentes del Banco de España han explicado que el crédito es ahora más barato de lo que debería con indicadores de mercado y que la competencia entre las entidades ha provocado que los tipos de interés de estas operaciones bajen.
"Esta circular no pretende invertir eso, ni encarecer el crédito, ni reducir la competencia, pero las entidades tienen que tener claro el cálculo de la prima de riesgo de la financiación", han advertido.
La actualización de la norma anunciada hoy tiene como principal objetivo adaptarla a la regulación bancaria y reforzar la consistencia en la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) por parte de las entidades.
Los nuevos criterios refuerzan la gestión del riesgo de crédito de los bancos, la correcta clasificación de las operaciones, la solidez del cálculo de las provisiones, y el adecuado tratamiento de las garantías reales de crédito a efectos contables.
Otra de las novedades es el desarrollo de los requisitos mínimos que deben cumplir las metodologías que desarrollen las entidades para estimar sus provisiones de forma individual o colectiva.
Dichos requisitos hacen referencia a la gobernanza, la integración en la gestión, la eficacia, la simplicidad, la documentación y el seguimiento de operaciones.
"Queremos reglas concretas que se mantengan en el tiempo", ha dicho el Banco de España, para quien es importante que los consejos de administración las aprueben en sus líneas generales, ya que "no pueden estar ajenos al sistema de provisiones".
En este sentido, han asegurado que la banca española absorberá sin problemas el impacto de la actualización de la citada norma, que también incluye una nueva definición de activos dudosos, que está alineada con los de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y el Banco Central Europeo (BCE).
La norma no debería implicar un impacto significativo en los niveles de cobertura de las entidades ni tampoco supone cambios transitorios, sino progresivos, ya que habrá que volver a cambiarla en 2018, para adaptar los criterios de cobertura, según el Banco de España.