Los presidentes y delegaciones de 34 países abrieron las deliberaciones sin haber alcanzado un acuerdo respecto del Area de Libre Comercio de las Américas ( ALCA).
Las conversaciones sobre el ALCA chocan con la firme decisión del MERCOSUR de no asumir un compromiso de fechas que reanime el proceso, postura que choca con las de EEUU, México y Chile, que ya suscribieron con Washington tratados de libre comercio. Chávez va más lejos y pide que se excluya la palabra ALCA del texto final, incluso mandó literalmente "al carajo" la iniciativa.
La postura del Mercado Común del Sur ( MERCOSUR) no varió, pero el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, aseguró que el bloque regional está "abierto" a negociar un texto de consenso.
El acto inaugural tuvo como telón de fondo una violenta protesta contra el presidente de EEUU, George W. Bush, de "piqueteros" argentinos que al ser repelidos por la policía incendiaron una sucursal bancaria y destrozaron más de 70 comercios.
La violenta protesta contrastó con la tranquilidad con que unas 40.000 personas se manifestaron horas antes contra Bush y el ALCA, al culminar la llamada Cumbre de los Pueblos.
A unos 300 metros de los disturbios, el secretario general de la Organización de Estados Americanos ( OEA), José Miguel Insulza, abría la Cumbre que tiene como lema "crear trabajo para combatir la pobreza y fortalecer la democracia". Insulza pidió a los presidentes un esfuerzo para que los sectores más vulnerables se beneficien del crecimiento económico que ha experimentado la región desde el año pasado.
El acto inaugural fue precedido de una ardua actividad bilateral, en la que destacó la reunión entre Bush y el anfitrión de la Cumbre, Néstor Kirchner, quien calificó el encuentro de "franco" y aseguró que la conversación "no buscó la placidez sino la verdad".
En la apertura, Kirchner criticó a los organismos financieros internacionales por imponer recetas que conducen al fracaso de los países que las aplican. Pidió al Fondo Monetario Internacional ( FMI) que asuma sus responsabilidades por las políticas que condujeron a Argentina a la crisis de finales de 2001 y demandó del organismo "que sepa escuchar y comprender".
Sobre el ALCA, señaló que "no servirá cualquier integración" pues no se puede optar por "un camino de prosperidad en una sola dirección" que no beneficie a todas las partes involucradas.
Los presidentes centroamericanos se reunieron con el mandatario mexicano, Vicente Fox, para discutir el proceso de integración energética que tienen abierto y con Bush para hablar del Acuerdo Libre Comercio (CAFTA-RD, siglas en inglés) con su país, que entrará en vigor el próximo 1 de enero.
Los presidentes de Ecuador, Perú y Colombia conversaron con Bush sobre el acuerdo comercial que negocian con EEUU.
Bush se reunió además con su homólogo chileno, Ricardo Lagos, quien le informó sobre el conflicto entre su país y Perú por los límites marítimos y que insistió en la vía diplomática de solución y no recurrir a organismos internacionales.
Mientras, su colega peruano, Alejandro Toledo, además de subrayar que su país defiende sus derechos, llamó a "no echar más gasolina al fuego".
No fue gasolina, pero sí mucho calor verbal el que pusieron los participantes en la marcha de la "contra-cumbre", que terminó con un acto en un estadio de Mar del Plata, hasta el que llegó el ex futbolista argentino Diego Maradona. Los candidatos izquierdistas a la presidencia de Bolivia, Evo Morales, y Chile, Tomás Hirsch, estuvieron también en el acto, en el que actuaron el cubano Silvio Rodríguez, el uruguayo Daniel Vigolieti y el argentino Víctor Heredia.
Pero la figura principal fue Hugo Chávez que, en un furibundo discurso de dos horas, declaró "el entierro" del ALCA y llamó "a parir el socialismo del siglo XXI".
"ALCA, ALCA, al carajo", exclamó Chávez, quien anunció que llevaría a la cita de presidentes las "históricas conclusiones" de "Cumbre de los Pueblos y que le servirían "de inspiración" frente a los demás presidentes americanos.
También transmitió un saludo "latinoamericano" del presidente cubano, Fidel Castro, aclamó a Eva Perón, al guerrillero Ernesto Che Guevara, a Simón Bolívar y a José de San Martín e incluyó citas de Rosa Luxemburgo y Mao Tsé Tung en su extensa alocución.
Afirmó además que "es absolutamente cierto" que "el imperialismo norteamericano está preparando un plan de agresión contra Venezuela para detener la Revolución Bolivariana" y vaticinó que, al igual que en el caso de Cuba, "fracasará".