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Admite haber matado a su amigo de 50 puñaladas pero alega que la víctima se le abalanzó

Europa Press

Jueves, 1 de enero 1970

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Pedro M.O., el acusado de haber matado de casi 50 puñaladas a su amigo en junio de 2014 en Santomera, ha reconocido este jueves los hechos a los miembros del Jurado Popular, a preguntas del Ministerio Fiscal, que contempla un pacto de conformidad con el letrado de la defensa. En la primera sesión de la vista oral, el procesado ha advertido que iba "muy drogado", ya que en su sangre se hallaron restos de metadona, cocaína y diazepam, además de alcohol, aunque recordaba haber ido a casa de la víctima, pero no con la intención de matarlo, como sostiene la fiscal en su escrito de conclusiones previas, sino de verlo y estar con él. Sin embargo, ha relatado, "me recriminó algo y se me abalanzó, discutimos y le apuñalé, lo reconozco, pero no sé de dónde salió el cuchillo, y me defendí de él". La fiscal sostiene que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento por el que pide 20 años de cárcel, ya que el cuerpo de la víctima presentaba un total de 43 puñaladas, según la autopsia de los forenses. La víctima, a preguntas de la fiscal, cree que no asestó tantas puñaladas. "No creo que fueran tantas, reconozco que lo apuñalé y me fui, lo dejé en el suelo, podría morir de las puñaladas que le di", ha afirmado el acusado, quien ha discrepado de la autopsia que realizaron los forenses en este sentido. El procesado, que ha confesado sentir un trastorno ansioso adaptativo y que se medica desde hace años, ha insistido en que no llegó al domicilio de la víctima con la intención de "pedirle nada ni matarlo, sino que me recriminó y entonces el cuchillo llegó a mis manos, y si no lo llego a apuñalar yo estaría en el cementerio". Antes de ser interrumpido por el juez, ha proseguido lanzando críticas contra la víctima, a la que ha dicho que "le gustaba mucho la bebida y tenía muy mala lengua". "Nunca he hecho un delito de sangre, he querido a mis hijos y no he hecho nada malo, a sus amigos les decía que aquello era una casa de citas", ha manifestado. El juicio se reanudará este viernes, a partir de las 10.30 horas, con las declaraciones de miembros de la Policía Local y de la Policía Judicial de la Guardia Civil. Los hechos se remontan a junio de 2014, cuando el procesado, que debía dinero a un conocido suyo, exigió dinero a la víctima. Según el escrito de calificación fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado era vecino de la víctima y se trataban con frecuencia, en ocasiones con una relación amistosa pero en otros momentos discutían por motivos de dinero, ya que el acusado acudía a la víctima para exigirle que le entregara dinero y llegaba a exhibir cuchillos y navajas que portaba por si alguien se metía con él. En el día de los hechos, el acusado, como hacía de costumbre, acudió al domicilio de la víctima con la intención de que le diera dinero y así poder pagar la deuda pendiente. En un momento de la conversación sacó un cuchillo de cocina de más de 15 cm que portaba entre su ropa, que no fue hallado posteriormente, y comenzó a apuñalar a la víctima con el fin de que le entregara dinero. Las primeras heridas fueron de carácter intimidatorio pero al ver que no le daba dinero, con el objetivo de acabar con su vida le causó, según el fiscal, "un sufrimiento innecesario" propinándole más de 30 puñaladas en diversas partes del cuerpo causándole heridas penetrantes de hasta 4 cm de longitud. El acusado había consumido sustancias tóxicas horas antes, circunstancia, según el Ministerio Fiscal, que "no consta acreditado limitara su capacidad de querer y entender", habiendo actuado con decisión de frialdad para acabar con la vida de su vecino.

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