Avisan que cambiar la potencia eléctrica puede conllevar costes y perjuicios

Ello comporta la reducción de la vida útil del interruptor y poner en peligro los componentes o aparatos conectados que son sensibles a los picos de corriente, como ordenadores, televisión y microondas.

Por ese motivo la opción de reducir la potencia contratada no se puede generalizar, sino que hay que tener en cuenta los grupos de abonados que existen, como los que cuentan con una potencia contratada por encima de su consumo real, quienes la tienen ajustada y los que la tienen por debajo, explica.

El presidente de Asinelte alude además a la necesidad de tener en cuenta los reglamentos técnicos de la Consejería de Industria sobre seguridad y las normas particulares de la distribuidora a la hora de cualquier modificación en el contrato del suministro, especialmente, en las instalaciones con más de 20 años de antigüedad.