Nativo, un restaurante único en Gran Canaria
Empezando por el local y terminando por la propuesta, este lugar no deja indiferente a nadie
Tan pronto como se traspasan los portones de madera de Nativo dan ganas de respirar muy hondo y de insuflarse los pulmones del ambiente que aquí se respira.
También se percibe que el reloj va más lento porque su atmósfera, sorprende y agrada a partes iguales. Casi parece que esa entrada es algo así como una puerta de embarque a otro destino y no, seguimos en Gran Canaria y Nativo y su propuesta llegaron para hacer la isla aún más bonita y agradable.
El personal, desenfado y atento invita a que el comensal enseguida se ambiente con un simple, «siéntese donde más le guste» y lo mejor aún estará por llegar.
Los desayunos, los mejores de Gran Canaria
Mucho se ha dicho de sus desayunos porque su propuesta se debate entre caprichos irresistibles y bocados que no habrás probado antes. Eso sí, cada apunte de su variada carta se basa en la cocina de proximidad, donde al producto fresco se le permite desplegar todos sus encantos.
De lunes a sábado, desde las 09:00 a.m. podrás arrancar el día con un «bowl» de yogur griego, granola casera y sumarle fruta de temporada, pero, si hay algo de los que pueden presumir es de uno de sus «smothies en bowl» de açaí con granola casera y más fruta fresca. Irresistible.
Además, es absolutamente indispensable ir a Nativo con apetito como compañía, porque será imprescindible probar alguno de sus dulces: abra el debate entre cruasán francés con mantequilla, un «pancake» casero o unas galletas caseras híper crujientes.
Las tostas de Nativo, un sueño
Llegados a este apartado seguro que se encontrará con esos bocados en combinaciones que alguna vez había soñado. En Nativo se hacen realidad propuestas como la tosta caprese, con se salsa pesto casera, unos deliciosos «cherrys» previamente confitados y mozzarella fresca que gratinan justo antes de servir.
La «avo toast» con su puré natural de aguacate, untado en un crujiente pan tipo payés, tomatitos, brotes frescos y un perfecto huevo «poché».
Sus huevos benedictinos son absolutamente perfectos y dejan que añadas tu proteína favorita entre, salmón, jamón cocido o serrano y que no falte una delicada y casera salsa holandesa.
Pero, si algo que hay que probar, además el propio chef lo recomienda es su versión del sándwich «croque-madame» donde un pollo mechado, no seco, salsa de trufa, quesos «cheddar» y mozzarella, sirven de sustento a un huevo frito que corona semejante joyita. Indispensable probarlo en la primera visita.
Y no ha hecho más que empezar
Que su carta es toda una declaración de buenas intenciones se reconoce desde el desayuno, pero, el generoso horario de nativo, hasta las 23:00 p.m., se rellena con propuestas divertidas y frescas que siempre son apetecibles: pizzas, panes «bao», hamburguesas, tablas variadas en contenido, patacones, ceviches o ensaladas, se sirven ininterrumpidamente, todos los días de la semana y, su brunch de domingo, es considerado por todo el que lo ha probado, el mejor de toda Gran Canaria.
Todo suma y nada sobra
Y así es Nativo. Cocina ligera y disfrutable, en un local evocador, desenfadado y precioso, con una atmósfera única, esa que deprende el Atlántico en el norte de la isla y, si se pueden seguir sumando encantos, admiten mascotas como compañía y su carta de coctelería, pura delicia.