21 regalos gastro para esta Navidad
Ideas para regalar sabor y momentos: experiencias en bodegas, vajilla artesana, libros de cocina, 'gadgets' virales, cafeteras o juegos de mesa para disfrutar mucho alrededor de la comida
Vanesa Delgado Caballero y Paula F. Rodríguez-Borlado
Las Palmas de Gran Canaria
Lunes, 8 de diciembre 2025, 23:32
Hay regalos que se estrenan la misma noche de Navidad; se descorchan, se cortan, se hornean. Y luego están los otros, los que se quedan en el cajón, esperando un «ya lo usaré» que nunca llega.
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Si quieres ir a acierto pleno, el universo gastronómico es tu mejor aliado: desde visitas a bodegas y mesas omakase forman parte de esta lista con 21 ideas gastro para distintos bolsillos y gustos, pensadas para disfrutar en casa o en la mesa y si puede ser, en buena compañía.
1. Visita a Bien de Altura: brindar entre viñas de cumbre
Regalo-excursión: una visita a la bodega Bien de Altura, el proyecto de Carmelo Peña en las medianías, con viñedos de altura y variedades autóctonas. Es la típica experiencia que se vive copa en mano y con vistas a barrancos.
La forma de regalarlo es sencilla: tarjeta bonita y luego contacto directo con la bodega (web o redes) para cuadrar visita y cata. Ideal para parejas, amigos que aman el vino o familia que necesita una escapada distinta.
2. Cesta de quesos: tabla, buen cuchillo y orgullo isleño
Una cesta con quesos variados (de flor, media flor, curados de cabra o mezcla), acompañados de una tabla bonita y un buen cuchillo que corte de verdad, es un regalo que nadie desprecia.
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Puedes combinar quesos de distintas zonas y rematar con frutos secos, miel y pan de masa madre. Queda precioso si lo entregas ya montado, como si fuese una tabla lista para poner en la mesa.
3. Vuelta al guiso
La tendencia para 2026 es clara: volver a cocinar en casa. Y para eso, un buen caldero de hierro fundido o una sartén de hierro 'de las de toda la vida' es casi una declaración de intenciones. Sirve para guisos, estofados, asados lentos y lo mejor de todo, dura años.
No hace falta ir a la marca más cara, pero sí apostar por algo con buena tapa y apto para horno. Es de esos regalos que se usan todo el año, no solo en Navidad.
4. Libros y recetarios de cocina
El clásico eterno: «1080 recetas de cocina» de Simone Ortega, el manual donde están los potajes, los flanes, los pescados de siempre y las recetas que salvan cualquier día.
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También están los de inspiración más contemporánea: el estuche «Ottolenghi esencial (Simple | Exuberancia)», con cocina colorida, mucha verdura, especias bien usadas y platos para compartir.
Y, si quieres rematar, un pequeño pack de títulos personalizados: uno de cocina rápida, otro de repostería, otro 'veggie'. Todos escogidos pensando en los gustos de esa persona a la que vayamos a hacerle el regalo.
5. Un libro de recetas en blanco
Encontrarás uno ideal en Zara Home, pero, sobre todo, animarás a que esa persona vaya anotando las recetas de la familia, las que encuentra o las que se inventa.
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6. Legumbres de culto: cesta de garbanzos, judías y lentejas
Otro regalo muy 2026: una cesta de legumbres y granos. Garbanzo bueno, lenteja pequeña, alubia mantequillosa. Si eliges productos ecológicos o de pequeños productores, ya no es 'un kilo de judías', es casi un manifiesto de cocina de cuchara, esa a la que se está volviendo en todas las cocinas y que marcará la pauta en 2026.
Puedes presentarlo en un cesto de mimbre o en tarros de cristal con etiquetas bonitas e incluir una tarjeta con ideas de recetas: potaje de berros, puchero, guiso de lentejas con verduras. Humilde y, a la vez, muy tendencia.
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7. Coravin: una copa sin abrir la botella
Para los frikis del vino, el juguete definitivo: Coravin, ese sistema que permite servir vino sin sacar el corcho, usando una aguja muy fina y gas argón para que el vino no se oxide.
Permite ir tomando la botella poco a poco, probando vinos especiales sin miedo a que se estropeen. Es un regalo caro, sí, pero para quien realmente disfruta del vino se convierte en herramienta de cabecera.
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8. Vajilla artesanal: comer en una pieza única
El regalo «wow» para quien disfruta poniendo la mesa: una vajilla artesanal, de taller, de esas en las que ningún plato es igual al otro. Platos irregulares, cuencos con textura, esmaltados que parecen sacados de un restaurante contemporáneo.
No hace falta regalar un servicio completo. Dos platos especiales, cuatro cuencos para aperitivos o un plato hondo único ya son un detalle con historia, territorio y mucha intención, como las que crean en Mira cerámica.
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9. Espumosos para brindar: Raventós i Blanc y Paisaje de las Islas
Para el brindis serio, nada como un espumoso con personalidad. Por un lado están las referencias de Raventós i Blanc, pioneros en trabajar espumosos con enfoque muy centrado en suelo y variedades locales.
Y, al lado, el Paisaje de las Islas Espumoso Reserva, un blanc de noirs canario elaborado con Listán Negro, aromático, con burbuja fina y crianza larga, pensado para acompañar desde aperitivos hasta pescados y mariscos.
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Ambos los encontrarás en Vinófilos.
10. Panettone: el que vuela de las estanterías
El panettone artesano o de marca top se ha convertido en el dulce estrella de la Navidad: masas de larga fermentación, mantequilla a raudales, fruta confitada en condiciones o chocolate de verdad. Los buenos, vuelan, así que este es un regalo perfecto para familias, anfitriones o amigos golosos. Si quieres plus de detalle, acompáñalo de una crema para untar, un café especial o un espumoso para los desayunos navideños.
11. Hikari Japanese Roots: regalar una reserva omakase
Aquí el regalo es una reserva. Muy pocas plazas, barra de sushi, menú omakase donde el chef decide y el comensal se deja llevar. La gracia está en conseguir la fecha, asegurarte las sillas y entregar un vale: 'Cena omakase para X personas'.
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Y, sin lugar a dudas, en la capital grancanaria, el mejor rincón para ello está en Hikari Japanese Roots.
12. Set de cuchillos y tablas: kit básico de cocinillas
Si alguien se quiere iniciar en la cocina, no hace falta llenarle la encimera de aparatos: bastan tres buenos cuchillos (cocinero, pan y puntilla) y un par de tablas de corte diferenciadas.
Montar este kit con una marca fiable y tablas bonitas hace que, de repente, cocinar sea mucho más fácil y seguro. Es un regalo muy práctico, de uso diario. De los que se agradecen.
13. Termo para infusiones y caldo de huesos: un abrazo portátil
Regalo sencillo, pero súper útil: un termo de calidad para llevar infusiones, café o caldo caliente todo el día. Ideal para quien pasa frío en la oficina, estudia hasta tarde o se cuida a base de cucharada.
Busca uno de acero inoxidable, bien aislado y fácil de limpiar.
14. Set de especias: viaja por el mundo en frascos pequeños
Un set de especias es una forma económica y muy resultona de abrir la cocina de alguien: currys, pimentones, mezclas para paella, sales especiales, hierbas secas.
Crea un 'maletín de sabores' personalizado según la persona: más Mediterráneo, más Oriente Medio, más México y acompáñalo de una nota con ideas de uso. Es el típico regalo que hace que las recetas de siempre sepan a algo nuevo. Como idea, Carmencita las reúne todas.
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15. Lote de aceite de oliva: oro líquido a la carta
Pocas cosas hay más agradecidas que un buen aceite de oliva virgen extra. Puedes montar un lote con uno o dos AOVE canarios, otro peninsular muy reconocido y quizá alguna botella pequeña aromatizada para terminar platos.
Vale para desayunos con tostada, ensaladas, verduras asadas o simplemente para mojar pan. Es un regalo elegante, muy fácil de aprovechar y con alto valor percibido.
16. Ninja Creami: helados virales y saludables en casa
La Ninja Creami se ha convertido en uno de los aparatos virales del momento: permite hacer helados, sorbetes y cremas heladas caseras partiendo de mezclas que se congelan previamente y luego se 'cremizan' en la máquina.
Es perfecta para quien ama el helado, pero quiere controlar ingredientes: se pueden hacer versiones más ligeras, con fruta, yogur, menos azúcar y también jugar con sabores disparatados. Es un regalo de los que se estrenan al día siguiente.
17. Máquina para hacer pasta casera: tu propio 'nonna kit'
Una máquina de pasta abre un mundo: tagliatelle, lasaña, ravioli casero, masa para canelones con solo harina y huevos. Es un regalo perfecto para quien disfruta de la cocina de fin de semana.
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Si la acompañas de un par de paquetes de harina y una receta básica de pasta fresca, ya no es solo un aparato: es un plan.
18. Juegos de mesa gastronómicos: risas entre makis y woks
Para tardes de manta y picoteo, un juego de mesa gastro tipo Sushi Go Party! o Wok Roll es un regalo distinto y muy divertido. Son juegos rápidos, fáciles de explicar, donde todo gira en torno a comida, combinaciones de platos y puntos.
Funcionan igual de bien con familia, amigos o niños. Regalas juego, pero también la excusa perfecta para una tarde de risas.
19. Aeropress: café de especialidad sin complicarse
Para los amantes del café, la Aeropress es ya un objeto de culto: una cafetera manual, ligera y portátil que permite preparar café limpio, aromático y muy versátil.
Es barata para lo que ofrece, fácil de usar y limpiar, y se ha convertido en estándar dentro del café de especialidad. Para alguien que se toma en serio el café de la mañana, es uno de esos regalos pequeños que le cambia la rutina.
20. Juegos de copas Josephine: el lado más fino del vino y las burbujas
Para quien ya tiene buenos vinos en casa, el siguiente nivel no es otra botella, sino mejores copas. Ahí entran las Josephine de Josephinenhütte: copas sopladas a mano, diseñadas por Kurt Josef Zalto, con esa curva característica que ayuda a oxigenar el vino y a concentrar los aromas. Son ligerísimas, de cristal sin plomo, cada una hecha a mano, y han recibido premios de diseño precisamente por cómo mejoran la experiencia sensorial
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Como regalo funcionan muy bien los juegos de 2 o 6 copas: por ejemplo, la Josephine N°2 «Universal», que sirve tanto para muchos blancos como para tintos ligeros y espumosos complejos, o la Josephine N°4 de champán, pensada para cavas y champagnes serios, con una cámara aromática que respeta la burbuja y saca matices que en una flauta clásica ni aparecen.
21. Barbacoa de sobremesa, ideal para terrazas y pisos pequeños
La típica frase de «en mi casa no cabe una barbacoa» ya no es excusa. Las barbacoas de sobremesa, muchas de ellas eléctricas o de carbón con sistemas de ventilación y recogida de grasa, están pensadas justo para eso: terrazas pequeñas, balcones, áticos o cocinas con buena ventilación donde apetece algo a la brasa sin montar una obra.
Como regalo funcionan genial para ese amigo o familiar que siempre habla de hacer asaderos pero vive en un piso: permiten marcar verduras, pescados, hamburguesas, brochetas o incluso queso a la plancha sin llenar todo de humo y con un consumo moderado. Además, se guardan fácil en un armario cuando no se usan y muchas traen bandejas extraíbles que se limpian en un momento.
Al final, todo va de lo mismo: compartir mesa
Da igual si eliges un libro, una experiencia, una máquina para helados o un juego de cartas con makis dibujados, un regalo gastronómico siempre acaba en lo mismo: gente reunida alrededor de algo rico.
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Si encima lo personalizas —pensando en lo que come, cocina, bebe o sueña esa persona—, ya no es 'un detalle de Navidad' es una invitación abierta a seguir viéndonos para brindar, probar recetas y contarnos la vida. Y eso, al final, es lo que más apetece recibir y regalar.
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