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En diciembre de 2023 entraba en vigor en la Unión Europea la Directiva 2022/2523 por la que establece una tributación mínima global para las grandes sociedades del 15% en el Impuesto de Sociedades.
Esta norma pretende poner fin a los paraísos fiscales que existen en Europa, como pueden ser Irlanda y Luxemburgo, y genera controversias con la Zona Especial Canaria (ZEC), que permite a las empresas que se instalen bajo su paraguas a tributar a un impuesto máximo del 4%. La ZEC se enmarca dentro del Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) y es una de las ventajas aprobadas por España y Europa a las islas, como forma de compensar y animar la instalación de empresas en un territorio insular, fragmentado y separado del continente.
Aunque la Directiva comunitaria solo afecta a las entidades ubicadas en Europa y que sean grupos de empresas multinacionales o nacionales con ingresos iguales o superiores a 750 millones de euros (lo que afecta a muy pocas de las entidades ZEC actuales y a unas 20.000 a nivel mundial) desde el organismo canario se están buscando fórmulas para impedir que la Directiva afecte el atractivo de la zona canaria y desanime a las empresas a entrar en ella.
De esta forma, su presidente, Pablo Hernández, se encuentra ultimando una batería de propuestas que se presentarán al Gobierno de España para que se incluya en el texto legal en el que ya trabaja para transponer la Directiva comunitaria a nuestro país. Entre ellas, se estudia diseñar algún tipo de incentivo o subvención directa a las empresas ZEC -tanto las instaladas como las futuras que facturen más de 750 millones- para que la zona canaria siga siendo atractiva. Entre otras medidas se plantea el conceder créditos monetizables a las sociedades, similares a los que ya existen en el caso de la producción audiovisual, o bien, dar dinero (hasta 6.000 euros) por empleo creado y con una permanencia determinada.
El presidente de la ZEC, Pablo Hernández, se muestra convencido de que la Directiva comunitaria no será un problema para la ZEC y que ésta seguirá manteniendo su baja tributación pero quiere adaptar el REF el nuevo escenario que se plantea y de ahí el diseño de estos incentivos. «No queremos perder ni lo más mínimo, y sobre todo, queremos algunos retoques que reivindiquen el REF como adaptativo y evolutivo para mejorar la competitividad. El REF no puede quedarse quieto ni mirar para atrás pidiendo quedarnos como estábamos. Tenemos que pensar el la Canarias que queremos dentro de cinco años y aprovechar esta ventana para adaptar el REF», indica.
Como apunta, la nueva Directiva además de afectar solo a los grupos de empresa con ingresos de más de 750 millones de euros contempla una excepción en su aplicación denominada 'exclusión de rentas vinculada la sustancia económica'. Esta excepción deja al margen del impuesto mínimo a las entidades en función del número de trabajadores y activos tangibles de esa entidad. «Al calcular el impuesto mínimo sobre el dinero ganado se descuenta lo que pagas a los trabajadores y los activos en esa jurisdicción. Es decir, si la empresa sobre lo que paga a trabajadores y activos que tiene gana menos de un 10% no paga impuesto mínimo y se le mantiene un 4%», explica Hernández, que asegura que las entidades afectadas serán las que tengan un retorno muy elevado (superior al 10%) sobre trabajadores y activos.
Según el presidente de la ZEC, el 4% se mantendrá para entidades que tengan activos y empleados en Canarias. Este porcentaje, destaca, no tienen nada que ver con el 33% de Francia o el 29,6% de Alemania, con lo que Hernández considera que la ZEC preserva su vigor en Europa. A esto hay que sumar, según Hernández, las buenas condiciones de vida que ofrece Canarias. «Donde antes competíamos en desigualdad de condiciones porque otros países hacían prácticas desleales, ahora lo hacemos en igualdad», indica.
Como explica, las grandes mulinacionales elegían antes destinos como Irlanda para establecerse porque montaban filiales «drenando las bases imponibles» de sus negocios en toda Europa. Ahora, con la Directiva comunitaria esto no se va a poder hacer y se abre una oportunidad para Canarias, de que elijan la ZEC para instalarse.
Hernández estima que incluso las empresas que ingresan más de 750 millones y están sujetas al tipo mínimo pueden empezar a mirar a Canarias con otros ojos. Como explica, el impuesto mínimo se fija en función de la jurisdicción de cada país y a nivel de grupo, de forma que el de Canarias se calcula respecto al conjunto España, donde está al 25%. «Una compañía con negocios en Canarias y península paga aquí el 4% y allí un 25%, con lo que su tributación conjunta ya está dentro de la media y esto no lo puede hacer nadie más que nosotros», indica Hernández, que asegura que ahora Canarias «es mucho más atractiva».
Asesores fiscales de Canarias no son tan optimistas como Hernández y temen que el tope de los 750 millones de euros sea una puerta abierta para futuros recortes de la cifra de ingresos.
Desde la ZEC se argumenta que bajar ese límite es muy difícil porque habría que introducir información país por país a empresas pequeñas, de forma que el coste administrativo no compensa porque son empresas que no suelen aprovecharse de estructuras artificiales con esas dimensiones.
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