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Las dificultades económicas, los bajos salarios, los altos precios de venta, la imposibilidad para lograr una hipoteca y el cambio en la mentalidad de los españoles ha provocado en los últimos años que vivir en alquiler haya ganado espacio frente a la compra de un inmueble. Sin embargo, arrendar no siempre es una opción ventajosa, sobre todo, si como ha sucedido en los últimos cinco años, los precios se han disparado presionados por una menor oferta, obligando a muchos inquilinos a dejar las viviendas para ir a otras zonas con menores costes.
Esta situación de encarecimiento de los precios, que se ha dado con especial virulencia en algunas zonas del archipiélago, ha derivado en un aumento de la conflictividad entre los inquilinos y los caseros, según pone de relieve el informe de la división de Hogar de Línea Directa Inquilinos versus caseros. Los conflictos en la vivienda del alquiler en España (2019).
Este informe pone de relieve que más del 32% de los inquilinos canarios ha tenido un conflicto con su casero por una subida que llegan a considerar «abusiva e injustificada» del precio del alquiler. Las disputas entre ambas partes van más allá de la subida de precios. No hacerse cargo de una reparación (48%), retener la fianza sin motivo (25%) y pedir pagos en negro (20%) son también desavenencias comunes entre los inquilinos y los caseros españoles.
Además, siete de cada diez inquilinos canarios acusan a los caseros de alquilar viviendas descuidadas y en mal estado y de no acometer las reformas necesarias. En un momento del mercado del alquiler en el que la demanda supera con creces la oferta ha derivado en una subida de precios y en la puesta en arrendamiento de casas que no reúnen las condiciones pero que ante la necesidad de vivienda para vivir se alquilan.
No es Canarias, sin embargo, la región española con más desavenencias entre inquilinos y caseros. A la cabeza del Estado se sitúa Andalucía, con un 44% mientras que a la cola está el País Vasco, con un 28%. La media nacional está en el 34%, según el informe de Línea Directa.
El informe de Línea Directa pone de relieve la poca importancia que dan los arrendatarios a asegurar una vivienda pese a los riesgos que puede entrañar. Según las estimaciones de la división de hogar de Línea Directa, en España hay aproximadamente 2,2 millones de viviendas residenciales alquiladas sin seguro del hogar, lo que supone el 63% del total.
Y todo a pesar de la accidentalidad en los hogares. Un 23% de los inquilinos reconoce haber sufrido algún siniestro en el alquiler, como daños por agua, inundaciones o eléctricos.
Según los datos del informe de Línea Directa que analiza la conflictividad que existe en España entre los inquilinos y los caseros, el 51% de los canarios vive de alquiler porque «no le queda más remedio» al no poder permitirse económicamente adquirir una vivienda en propiedad. Y en esta situación, un 61% admite en el archipiélago haber tenido dificultades para acceder al alquiler, bien por el elevado precio o por los requisitos exigidos por los caseros.
El informe de Línea Directa ha preguntado a los inquilinos por las posibles razones de que se hayan disparados los precios del alquiler. Para ellos hay varios responsables: el gobierno por no limitar los precios o no fomentar la oferta (58%); el auge de los alquileres turísticos (39%) y los propios caseros al querer especular por la vivienda (38%).
En este panorama los inquilinos exigen soluciones, algunas intervencionistas, como la mediación del gobierno y otras no tanto, como aumentar la vivienda pública de alquiler.
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