La compra de viviendas se hunde un 8% a mínimos de dos años

En esa tasa intermensual (abril sobre marzo), la compraventa de viviendas se desplomó un 22,4%, su mayor caída en un mes de abril desde 2020, nada más declararse la pandemia. Estas operaciones acumulan ya tres meses consecutivos de descensos, evidenciando que el frenazo en el sector está lejos de llegar a su fin.

En total se vendieron 43.311 viviendas en el cuarto mes del año, la cifra más baja en los últimos dos ejercicios, desde abril de 2021. Las estadísticas publicadas este lunes por el INE dejan además un sorprendente giro en la venta de vivienda usada, que en los últimos meses había registrado un comportamiento mejor que el de la obra nueva, ante unos precios de los inmuebles que aún no se han ajustado del todo y que han dirigido a los compradores al segmento de segunda mano.

Pues bien, en abril, este tipo de operaciones registró una caída del 9% hasta sumar 35.057 operaciones, su mayor descenso en tasa interanual desde enero de 2021. La compraventa de vivienda nueva también cayó, pero menos, un 4,2% en el periodo, hasta las 8.254 transacciones. Eso sí, esta categoría ha bajado en siete de los últimos ocho meses de la serie estadística.

Para hacerse una idea del cambio de tendencia, la caída de la vivienda usada el mes anterior (marzo) fue del 5,3%, mientras que las transacciones realizadas sobre pisos nuevos disminuyeron un 7,5%.

En todo caso, si se toman como referencia los datos del acumulado en 2023, la usada cae algo menos. En concreto, en los cuatro primeros meses del ejercicio las compraventas descendieron un 3,4%, con una caída del 3,3% en la segunda mano y del 4% en la obra nueva.

El comportamiento a la baja del sector llega en un escenario de subidas de los tipos de interés que ha dificultado mucho la capacidad de las familias para hacer frente a la entrada de una casa o a la contratación de una hipoteca.

Fue justo en abril del pasado año cuando el euríbor volvió a terreno positivo por primera vez en seis años. Y hoy roza el 4%. El fuerte repunte experimentado por el indicador al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España coincide con un escenario en el que los salarios no han subido al mismo ritmo que la inflación, provocando una fuerte merma del poder adquisitivo de los hogares. La subida fue de apenas el 2,78% en los salarios pactados en convenio hasta diciembre de 2022, frente a una inflación media del 8,4% en el ejercicio.