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Calle Mayor. La devastadora crisis de la covid está dejando una imagen inédita: locales vacíos y en alquiler en la misma calle Triana. Antes de la pandemia era difícil encontrar uno libre porque, de quedarse vacío, se ocupaba rápidamente..
«No hay casi venta. Parece que el mundo se detuvo»

«No hay casi venta. Parece que el mundo se detuvo»

Sector comercial ·

Las principales calles canarias se llenan de locales vacíos en alquiler y venta. La covid ha hundido los negocios y llevado al cierre de muchos en poco tiempo

Silvia Fernández

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 18 de octubre 2020, 07:55

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La crisis de la covid está empezando a dejar una imagen desoladora en las principales zonas comerciales de las ciudades canarias. La caída de las ventas, sobre todo de moda, textil y calzado, unido a unos alquileres elevados y la poca disposición de sus arrendadores a negociar rebajas está llevando a muchos empresarios a tomar una drástica decisión: el cierre de sus negocios.

Desde que finalizó el estado de alarma fueron varios los comercios que decidieron no volver a levantar la persiana por las pérdidas generadas durante el confinamiento y difíciles de asumir. Tras la reapertura y el aumento inicial de las compras por la demanda embalsada durante los meses de encierro parecía que la crisis no iba a ser tan profunda. Sin embargo, en las últimas semanas la caída de ventas ha sido vertiginosa y los cierres se han intensificado. «Septiembre ha sido un mes hororroro, el peor de todos y octubre no pinta mejor», indica la dependienta de una conocida firma de la calle Triana y que prefiere no dar su nombre, como sucede en casi todos los casos de este reportaje, por temor a ser amonestada por los propietarios de la tienda.

Según señala, el pasado puente del Pilar solía ser una cita muy buena para el comercio en los años anteriores pero este año las tiendas han estado vacías. «Era como la gran cita antes de entrar de lleno en el invierno pero el lunes (que fue día de apertura comercial pese a ser festivo) no había ni un alma en las tiendas. Varias veces nos asomamos a otros comercios a ver si era un problema nuestro o era la tónica general. Y sí, estábamos todos igual», manifiesta.

La zona comercial de Mesa y López, la de Triana, León y Castillo, La Plaza de la Feria, Pedro Infinito, Tomás Morales, la zona puerto... empiezan a reflejar los devastadores efectos de una crisis que, en palabras de los comerciantes, «es mucho peor» que la de 2007. En aquella la actividad económica se redujo pero en ésta, «es como si el mundo se hubiera detenido», advierte el dependiente de una tienda de moda de la zona. Según señala, el 'stock' de ropa que almacena su comercio puede llegar hasta el verano próximo. «Apenas vendemos y tenemos que hacer frente a los gastos de siempre y pagar a los proveedores por la mercancía», dice.

Los carteles de 'se alquila' o 'se vende' inundan las principales arterias comerciales de las islas y la sensación en el sector es que, los cierres no han hecho más que empezar. «No se ve un final a esto. Hay mucha incertidumbre y cuando te pones a pensar en las navidades no lo ves nada claro. Este año por no haber no habrá ni cabalgata de reyes. La gente tiene mucho miedo», señala la propietaria de un comercio de Triana. Según indica, se nota en los consumidores el miedo a comprar y las dudas a la hora de gastar el dinero. «Entran, miran, preguntan y muchos se van sin comprar. La cosa está muy mal», manifiesta esta propietaria que lleva más de cinco años en Triana.

«Sin cenas, en teletrabajo, sin eventos, sin teatro, sin conciertos no vendemos», indica el dependiente de otra tienda. «Antes nos podía venir alguien un sábado por la mañana a comprarse algo porque iba a ir esa noche a una terraza. Eso lo hemos perdido. Yo tengo una clienta que me dice que va a misa los domingos porque es la única manera de ponerse la ropa», dice.

«Uno pasea por Triana y obseva que la gente apenas lleva bolsas y es que la calle sigue teniendo afluencia pero de gente paseando. La compra ha caído bastante y a la vista están los últimos cierres», indica una dependienta de la calle principal.

La caída de ventas es generalizada aunque, dependiendo del segmento del que se trate, el descenso es más o menos abultado. La media, según los distintos comercios consultados ronda entre un 20% y un 30% pero hay negocios, sobre todo los de ropa, en los que la caída pueda llegar hasta el 75%. «Antes había días en que hacíamos cajas de 1.000 -1.200 euros. Hoy muchos días nos vamos a casa sin haber hecho ni un solo euro de caja», indica la dependienta de una tienda en las inmediaciones de Triana. Y ante este negro horizonte los comerciantes se encuentran con muy poco apoyo de los arrendadores y de las administraciones públicas. Los primeros apenas están rebajando el precio de los locales a pesar de saber que las ventas caen y de otro, muchas de las subvenciones y ayudas públicas anuncidas para apoyar al comercio local no acaban de llegar, según coincidieron en denunciar varias de las personas consultadas para este reportaje.

«Y el día 20 toca pagar los impuestos del trimestre. No sé cómo lo vamos a hacer. Si cerramos es mi ruina pero no veo solución por ningún sitio», indica uno de ellos.

Los cierres de la zona de Triana dejan hoy una imagen que hacía muchos años que no se veía: locales en alquiler y sin inquilino en la calle principal. «Eso es algo rarísimo porque una de las pecualiaridades del comercio de Triana es la alta rotación. Es cierto que puede cerrar uno pero abren dos. O cierran dos y abren cuatro pero ahora el que se cierra no se vuelve a ocupar sobre la marcha. Esto dice mucho porque significa que también la inversión se ha paralizado», indica un empresario de la zona.

La inversión se paraliza

En este sentido, el presidente de la Asociación de Empresarios de Zona Triana, Carlos Bethencourt, indica que dos enseñas que tenían prevista su apertura en este área comercial durante este año, como son Multiópticas y una firma del grupo Inditex, han detenido la inversión. Según indica, la calle más dinámica ahora mismo es Francisco Gourié donde se preparan dos nuevas aperturas y otro negocio acaba de abir sus puertas.

Bethencourt asegura que, pese a la bajada de ventas, Triana está aguantando mejor que otras áreas comerciales de la ciudad. Sí afirma que «quien no levanta cabeza» es la restauración y culpa en gran medida de ello al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que sigue sin permitir la ampliación de las terrazas. «Este ayuntamiento no se da cuenta de que terrazas y comercio van de la mano. Si dinamizas las terrazas con horario y espacio hay flujo al comercio. No entiendo cómo no se da cuenta. Creo que es la única ciudad de España que aún no se ha dado cuenta de ello», critica Bethencourt.

El presidente de la Asociación Zona Triana también se pregunta donde están las subvenciones que el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno de Canarias sacan todos los años para las organizaciones empresariarles de las zonas comerciales y que rondan entre los 30.000 y los 45.000 euros. «Con ese dinero podemos hacer mucho y con la situación actual nos vendrían muy bien pero por ahora no sabemos nada de ellas», indica Bethencourt. Según indica, ese dinero vendría muy bien para ayudar a los comercios a avanzar en su digitalización por ejemplo. En este sentid, la Asociación Zona Triana sigue avanzando en un marketplace que les permita vender online y competir con un canal que no ha hecho más que crecer desde que se desató la pandemia. «Está siendo muy complicado pero no queda más remedio que avanzar por ahí para sobrevivir y seguir adelante», concluye.

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