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La subida de precios de los billetes pone en riesgo el turismo peninsular

La subida de precios de los billetes pone en riesgo el turismo peninsular

Las compañías encarecen los billetes para venir a Canarias en verano y el sector hotelero ya anticipa que «la temporada no va a ser buena»

c. Inza

Miércoles, 2 de junio 2021, 10:03

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Las compañías aéreas en general han vuelto a las andadas y han retomado la política de volver a subir los precios de los billetes de avión para trayectos entre la península y Canarias, justo ahora que empezaba a remitir la pandemia, y a las puertas del verano.

Estas subidas de precios hacen prohibitivo para una familia venir a las islas durante los meses de verano, poniendo en serio riesgo al sector hotelero de las islas, que confiaba en que la eliminación de las pruebas de PCR para quienes hayan sido vacunados y otras medidas adoptadas por el Gobierno de Canarias para favorecer la llegada del turismo peninsular, pudieran salvar la temporada de verano. Lastrada, además, en parte por las dudas que todavía se mantienen con respecto la apertura del mercado turístico de Reino Unido.

En el caso del turismo peninsular, para una familia de tres miembros o cuatro miembros un viaje a las islas en pleno julio o agosto puede llegar a costar entre 1.500 y 2.000 euros, e incluso más caros, algo sin duda prohibitivo y que va a hacer desistir a muchas familias de planificar sus viajes a Canarias. En general, de media un billete de avión por persona en julio o agosto no baja de los 350 o 400 euros a Gran Canaria y Tenerife, y a las islas no capitalinas los precios pueden llegar a los 600 y hasta 850 euros en compañías concretas.

Esta política de subida tan abrupta de precios para el verano, contrasta con las ofertas que la mayor parte de compañías han mantenido durante estos últimos meses, donde quizás en un intento de recuperar mercado, podían encontrarse pasajes desde Madrid a Canarias por hasta 16 euros, justo coincidiendo con la época en la que apenas se podía viajar o hacerlo resultaba también prohibitivo para muchas familias, porque a los gastos habituales había que añadir el coste de una prueba anticovid, exigida para entrar en las islas.

Al mismo tiempo, las estrategias comerciales de precios tan elevados para venir a Canarias, contrastan con ofertas que sin duda resultan muy chocantes. En páginas web de compañías aéreas muy concretas, el usuario puede encontrar al lado de un billete de avión para venir a Gran Canaria o Lanzarote este verano, por 600 euros, una oferta para viajar a Nueva York o a Costa Rica por apenas la mitad, unos 350 euros, o por 500 a lugares más alejados como Tokio.

Ante esta política de encarecimiento de precios habrá que ver, sin embargo como reaccionan las llamadas compañías low cost, cuya estrategia de tirar los precios a la baja, puede hacer reaccionar a las que actualmente optan por subirlos, para tratar de contrarrestar la pérdida masiva de clientes.

«No va a ser un buen verano»

Por su parte, para el sector hotelero de las islas, esta situación de encarecer los precios de los billetes para viajar desde la península, no es nueva y señalan que se trata de una constante que se repite cada verano. Sin embargo, se lamentan que en circunstancias como la actual, donde la pandemia ha lastrado fuertemente el sector turístico, se retome como en años atrás, donde no había crisis.

En el caso de la Federación Turística de Lanzarote, su portavoz, Francisco Martínez, cree que políticas como esta no hacen sino retrasar más la recuperación de un sector que ha ido de cabeza todo este año, y donde las expectativas para el verano no terminan de ser favorables.

En principio, en el caso de Lanzarote, señala «tenemos escrito con lápiz, porque aún hay una gran incertidumbre por ver lo que sucede con el mercado británico, que los hoteles empiecen a abrir a partir del 24 de junio».

«Sabemos que hay una gran demanda porque la gente quiere venir a las islas, pero también sabemos que muchos clientes que tenían previsto venir en julio y agosto ya han hecho sus reservas para octubre e incluso noviembre, de modo que no esperamos un buen verano. Veremos qué es lo que sucede, por eso, estrategias de encarecimiento de precios no ayudan mucho», concluye.

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