Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
La llegada de turistas a Canarias ha comenzado a caer –un 1,8% entre enero y abril– con la reapertura de Turquía y Egipto, que comienzan a recuperar los turistas perdidos como consecuencia de los ataques terroristas. El archipiélago afronta así una nueva etapa tras tocar techo en 2017, cuando se recibieron 16 millones de turistas, un techo turístico «muy difícil de tocar de nuevo este año».
Pero, ¿hasta qué punto traerá consecuencias para la economía canaria el descenso de la llegada de turistas? El presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, José María Mañaricua, recuerda que el gran peso del sector en la economía canaria –representa más del 31% del producto interior bruto (PIB) de la comunidad– hace que cualquier variación tenga su reflejo en la generación de riqueza y empleo. Esta misma semana, el Centro de Predicciones Económicas (Ceprede) rebajaba las previsiones de crecimiento del PIB canario al 2% para este año, frente al 2,8% de 2017.
Pero Mañaricua está convencido de que Canarias tiene capacidad competitiva para mantener, o al menos evitar una pérdida importante de visitantes. «El mayor o menor impacto dependerá de la evolución del sector turístico. Seguimos contando con la fortaleza de la economía europea, para minimizar la pérdida de visitantes en este año, y con un aumento de la capacidad aérea con la península que ayudará a seguir recuperando turistas nacionales», resume Mañaricua.
El representante de los hoteleros también relativiza la pérdida de más de 80.000 visitantes extranjeros en los primeros cuatro meses respecto al mismo periodo del pasado año: «En el primer trimestre mantuvimos los resultados respecto a 2017, pero en abril se produjo una gran caída porque este año la Semana Santa se adelantó a marzo», explica Mañaricua.
El presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, Santiago de Armas, reconoce que en los primeros meses de 2018 «se han reducido las contrataciones futuras de camas por parte de los turoperadores de entre un 2% y un 4% en relación a las del pasado año, coincidiendo con la reapertura de otros mercados».
Pero De Armas coincide en que esta caída «se puede compensar con el mercado peninsular, e incluso con el turismo interior, impulsado tras el aumento del 50% al 75% del descuento para viajar entre islas del que se benefician los residentes.
«Cualquier descenso de ocupación, y de demanda del destino tendrá un impacto, pero en el escenario actual no hay motivos para preocuparse», reitera De Armas.
El también presidente del Consejo de IFA Hotels entiende, además, que será la oferta de alojamiento ilegal, y la obsoleta la que más sufrirá el cambio de ciclo: «Estos años ha ido subiendo el porcentaje de visitantes sin que se compense con más plazas hoteleras. Esa presión ha llevado al mercado turístico a muchas viviendas vacacionales ilegales, y a complejos que estaban fuera del mercado, y estos volverán a quedar fuera ahora. El impacto será menor o nulo en la oferta tradicional, y en los establecimientos que han renovado».
De momento, el empleo turístico se mantiene pese al descenso de visitantes: en abril y mayo se registraron una media de 127.128 afiliados a la Seguridad Social en la hostelería en las islas, 3.765 más que en los mismos meses de 2017, lo que implica un crecimiento de un 3% interanual, según los datos del Ministerio de Empleo
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.