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Opositores en un examen. Efe
Las nuevas oposiciones reducirán los exámenes y darán menos peso a la teoría

Las nuevas oposiciones reducirán los exámenes y darán menos peso a la teoría

El Gobierno reformará los procesos para ser funcionario y plantea pruebas orales en las que primen las competencias y los casos prácticos

Domingo, 1 de agosto 2021

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Las cerca de 30.500 plazas convocadas este año por el Gobierno para acceder a un puesto como funcionario no son suficientes para solucionar los graves problemas que tiene la Administración Pública, como el recorte de 50.000 empleados en la última década y el envejecimiento de su plantilla, con una edad media de más de 50 años. Pero no solo eso, sino que otra de sus debilidades es que no consigue atraer talento, los procesos para acceder a un empleo público se ralentizan demasiado en el tiempo e incluso no llegan a cubrir todas las plazas vacantes.

«Los procesos selectivos actuales parecen haberse quedado superados y dan síntomas de agotamiento, si tenemos en cuenta sus dificultades para atraer talento joven y sénior que tienen experiencia previa en el sector privado», reconoce el informe 'Orientaciones para el cambio en materia de selección en la Administración General del Estado', elaborado por el Ministerio de Función Pública el pasado mayo y al que ha tenido acceso este periódico.

Por todo ello, el departamento dirigido ahora por María Jesús Montero ha puesto en marcha un programa para repensar la selección de personal y orientar los procesos a las nuevas circunstancias de relevo generacional, la irrupción de la inteligencia artificial y la robotización y las nuevas necesidades de talento.

¿Qué significa esto? Que el Gobierno llevará a cabo una importante reforma de las actuales oposiciones para convertirse en funcionario para «atraer talento al empleo público y garantizar a la ciudadanía la prestación de unos servicios públicos de calidad». Para ello, plantea una serie de medidas que presentó a los sindicatos y pretende concretar antes de final de año en un plan ejecutivo, aunque no garantiza su plena efectividad hasta la Oferta de Empleo Público de 2025.

Calendario en enero

Lo primero que se propone el Ejecutivo es implementar una planificación plurianual y una visión estratégica de la oferta de empleo público, una de las grandes reivindicaciones que vienen solicitando los sindicatos en los últimos años. Por ello, plantea que cada mes de enero se publique el calendario de los procesos selectivos que se tienen previsto convocar con una estimación del número de plazas, inicio de las pruebas y duración.

Acortar plazos

Su gran reto es agilizar los procesos selectivos y acortar los plazos. ¿Cómo? Con una reducción progresiva del número de ejercicios, la unificación de pruebas compatibles o, en su defecto, la realización de más de un ejercicio en un mismo día aunque sean eliminatorios.

Pruebas específicas

El informe señala como una de las deficiencias del proceso de selección que el tipo de pruebas es prácticamente el mismo para los distintos cuerpos del mismo subgrupo de titulación. «En muchas ocasiones, las diferencias no son cualitativas sino cuantitativas, lo único que cambia en realidad es el temario que se debe estudiar», admiten desde Función Pública. Por ello su objetivo es adaptar los procesos selectivos a la diversidad de funciones desempeñadas en el sector público.

Exámenes más prácticos

«Otra debilidad comúnmente aceptada de nuestro sistema selectivo consiste en que no hemos superado un modelo tradicional que hace descansar la selección de los aspirantes en sus conocimientos teóricos», constata el comité de expertos que ha hecho este informe. Ante este hándicap, el nuevo modelo pretende reducir el predominio en las oposiciones de las pruebas memorísticas y realizar pruebas que valoren las competencias y conocimientos de las personas aspirantes.

Más en concreto, el Gobierno señala la conveniencia de que en todo proceso selectivo exista al menos una prueba que permita valorar las competencias de las personas aspirantes. Es más, prevé establecer como primer ejercicio en toda oposición un examen de corrección automatizada sobre conocimientos y habilidades para reducir de forma sustancial la duración del proceso selectivo y su coste económico.

Incluso plantea suprimir, siempre que no exista una razón debidamente justificada, las pruebas consistentes en la mera acreditación memorística de conocimientos mediante exámenes orales.

Casos prácticos

En esta línea, anuncia una tendencia progresiva hacia pruebas basadas en cuestionarios de respuestas alternativas y en la resolución de casos prácticos y de análisis en los que el tribunal y la persona opositora puedan establecer un diálogo.

Incluso prevé reforzar las pruebas de carácter práctico, avanzando cada vez más hacia pruebas consistentes en exámenes de caso o ejercicios de simulación, que permitan recrear situaciones para predecir el comportamiento de las personas aspirantes en su futuro desempeño profesional.

Certificado de idiomas

Por último, quiere sustituir, siempre que sea posible, el ejercicio de idiomas por el requisito de la certificación del nivel correspondiente del marco común europeo de referencia para las lenguas.

Más de dos años para acceder a una plaza desde que se convoca

Hace escasos días se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una oferta histórica de empleo público: 30.445 plazas para 2021. Sin embargo, desde que se convocan estos puestos, pasa mucho tiempo, demasiado, hasta que es ocupada por el nuevo funcionario: hasta más de dos años. Así lo admite el propio Gobierno. «No es admisible que lleguen a pasar años hasta poder incorporar realmente a las personas seleccionadas», explica un informe presentado a los principales sindicatos en mayo.

Función Pública reconoce que el tiempo que media entre que se detecta la necesidad y se cubre con la incorporación de personas de nuevo ingreso «puede generar múltiples desajustes», al variar las condiciones que generaron la demanda, «crear desigualdades y desanimar a las personas que pueden estar interesadas en acceder a la función pública».

Y no es de extrañar con las cifras que presenta este estudio. El número de días que transcurre desde la publicación de la convocatoria en el BOE hasta el nombramiento como personal funcionario de carrera se cifra en 761 días para el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, 772 días para aquellos que quieran formar parte del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información, 616 días para quienes opten a una plaza en el Cuerpo de Gestión de la Administración Civil del Estado, 431 días para quien desee ser administrativo de la Administración del Estado y 415 días para los auxiliares administrativos, según precisa este texto.

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