Bruselas aprueba el plan español y portugués para topar el precio del gas

La llamada 'excepción ibérica' llevaba semanas siendo analizada por la Comisión Europea, atascada en «detalles técnicos» que complicaban su aprobación. Finalmente, Bruselas dio su visto bueno al mecanismo, que permitirá topar el precio máximo inicial del gas en 40 euros/MWh los seis primeros meses, para pasar progresivamente al techo de los 48,8 euros/MWh. Al año, ese tope llegará de forma gradual hasta los 70 euros/MWH, señaló la Comisión.

La medida funcionará a través del pago de una subvención directa a los productores de electricidad, con el fin de financiar una parte de sus costes de combustible, disparados desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. El pago diario, apunta el Ejecutivo comunitario, se calculará como la diferencia de precio entre el precio de mercado del gas natural y el límite máximo fijado del precio del gas.

Este mecanismo se financiará a través de dos vías; por un lado, con las denominadas «rentas de congestión» -las rentas obtenidas por el gestor de la red de transporte español como resultado del comercio transfronterizo de electricidad entre Francia y España-; y por una cuota impuesta por España y Portugal a los compradores que se beneficien de la medida.

La 'excepción ibérica' entrará en funcionamiento en la subasta eléctrica mayorista del próximo 14 de junio, que fijará los precios de la jornada siguiente. De este modo y según informó el ministerio de Transición Ecológica español, las compañías eléctricas y el resto de agentes del mercado «tendrán tiempo suficiente para presentar las garantías económicas que respalden sus operaciones».

La vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, aseguró que la medida adoptada «preserva la integridad del mercado único y da a España y Portugal tiempo para llevar a cabo reformas que mejoren la resiliencia de su sistema eléctrico». Bruselas considera así que la medida presentada por España y Portugal «está en línea con el marco de las ayudas de Estado europeas» y que mantiene la distorsión del mercado «al mínimo, evitando efectos negativos en el funcionamiento del mercado energético europeo». Señaló, además, que el mecanismo ibérico se ajusta a las particularidades de la península y que es «apropiado, necesario y proporcionado» e hizo hincapié en el carácter temporal de esta medida.

El 'sí' definitivo de la Comisión Europea al plan de España y Portugal abre también la vía a las peticiones de otros Estados miembro para rebajar el impacto del gas en la tarifa eléctrica. Países como Italia y Grecia están interesados en tomar medidas de contención similares en el futuro. Con todo, en el caso ibérico, la Comisión Europea ha tenido en cuenta el bajo nivel de interconexiones -que no llegan al 4%- lo que evita distorsiones en el mercado eléctrico europeo. Además, fuentes europeas apuntaron este miércoles que en el caso de recibir solicitudes de otros países, el Ejecutivo comunitario los evaluará «caso por caso».