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Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos EFE
El PIB español se hunde un histórico 18,5% trimestral

El PIB español se hunde un histórico 18,5% trimestral

En tasa interanual, la economía española se desplomó un 22,1%, frente a la caída del 4,1% que ya había registrado entre enero y marzo

Viernes, 31 de julio 2020, 08:10

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La pandemia y de las medidas de confinamiento cayeron como un mazazo en la economía española, que registró un hundimiento sin precedentes en el segundo trimestre del año. Entre abril y junio, en comparación con el trimestre precedente, el PIB sufrió una caída del 18,5%, una cifra que es 13,3 puntos inferior a la registrada en el primer trimestre, cuando la contracción fue de un 5,2%. La economía española entra, de esta manera, en recesión técnica -ha encadenado dos trimestres consecutivos de caída del PIB-, aunque ello estaba descontado y la cuestión que verdaderamente se dirimía era la dimensión del recorte económico.

El desplome en términos interanuales, es decir, en comparación con el mismo periodo del año pasado, fue de un 22,1%, frente a la caída del 4,1% que ya había registrado entre enero y marzo.

El valor de todo lo producido por la economía española en el segundo trimestre del año quedó limitado a 245.000 millones de euros, frente a los casi 300.000 millones de euros del trimestre anterior y a los más de 300.000 que se registraban en todos los trimestres del año 2019.

El retroceso del PIB en el segundo trimestre no ha cumplido, pero por poco, las aún más aciagas expectativas que avanzaban algunas instituciones, como el Banco de España, que había previsto una contracción del 20% para la economía doméstica. En cuanto a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), de acuerdo con sus últimas mediciones una vez publicada la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre esta misma semana, también había apuntado a una caída idéntica a la prevista por el regulador bancario y, por tanto, parecida a la que se ha producido.

En todo caso, el desplome es el mayor de la serie histórica que arranca de 1970 en el INE, pero que en la OCDE se remonta al año 1960.

Ana de la Cueva, secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, ha valorado que los datos reflejan el «profundo impacto» de la pandemia en la economía española, al tiempo que ha revelado que las cifras «están en línea» con las estimaciones del Gobierno, que apuntaban a que el mayor impacto económico de la pandemia tendría lugar en el segundo trimestre del año y que alcanzaría a casi todos los sectores económicos. De la Cueva ha añadido que a partir del mes de mayo se observa cómo se va iniciando la recuperación de la actividad económica y que en estos momentos coinciden la publicación de datos trimestrales pasados con otros mensuales y diarios, como afiliaciones y consumo; éstos, más recientes, van mostrando cómo se va produciendo una reactivación de la economía. Si bien De la Cueva reconoce, como también hace el INE, que realizar estimaciones o previsiones en momentos de incertidumbre como el actual es muy difícil y agrega que ahora hay que «afianzar la recuperación» y que para ello es «esencial» controlar los rebrotes de la pandemia.

De acuerdo con las estimaciones que el Gobierno realizó a principios del mes de mayo, el PIB se contraerá este año un 9,2%. Mientras tanto, la AIReF sitúa su previsión de caída del PIB en una horquilla comprendida entre el 10,1% y el 12,4%, en función de la duración de la pandemia. El Fondo Monetario Internacional, por su parte, de acuerdo con sus últimas estimaciones, coloca en un 12,8% el previsible desplome de la economía doméstica que, de acuerdo con sus previsiones, sería el mayor de Europa. La Cámara de España ha revisado este viernes mismo a la baja su previsión de crecimiento para la economía este año: en concreto, en 1,6 puntos, hasta el 12,6%.

La contracción de la economía doméstica es histórica, como lo son las depresiones que registran otros países europeos, como Francia o Alemania, o economías de otras latitudes, como la de Estados Unidos. Pero la contracción de la economía española sí parece tener una mayor dimensión: así el PIB alemán bajó un 10,1% en tasa trimestral, mientras que el francés se contrajo un 13,8% y el italiano, un 12,4%. La zona euro en su conjunto, mientras, cayó un 12,1% entre abril y junio. La economía estadounidense, por su parte, cayó un 9,5% en el segundo trimestre del año.

Desde CEOE valoran que si el descenso de la actividad en España es muy superior al registrado en los países de nuestro entorno ello «se explica fundamentalmente por las características de nuestra estructura productiva y empresarial en un contexto de mayores medidas de confinamiento y restricción de la actividad». La organización patronal, que destaca que el del segundo trimestre es un «dato puntual que recoge una situación atípica y, por tanto, no comparable con otras crisis anteriores», señala que «es necesario mantener e intensificar las medidas de apoyo al tejido productivo para no poner en riesgo su supervivencia».

Desde UGT coinciden en que es «imprescindible continuar articulando las herramientas que nos conducirán a retomar la senda de la estabilidad económica y del crecimiento sostenible». Para ello, defienden, «es crucial controlar la crisis sanitaria» «para poder sostener las rentas, manteniendo el empleo y la actividad económica tanto como sea necesario».

PIB por componentes

Tanto la demanda nacional como la externa restaron puntos al PIB. En concreto, en términos interanuales, la doméstica arrebató 19,2 puntos de crecimiento, mientras que la internacional mermó 2,9 puntos.

En comparación trimestral, la demanda de los hogares, el principal motor del crecimiento español, se desplomó un 21,2%, tras haber caído ya un 6,6% en el trimestre precedente. La inversión en formación bruta de capital, por su parte, se hundió un 21,9%, cifra en la que hay que contar el descenso del 25% sufrido por la inversión en vivienda y otro tipo de construcciones y el retroceso del 25,8% en la inversión en maquinaria y bienes de equipo. Sólo apaciguaron el golpe las administraciones públicas, cuyo consumo subió un 0,4% en tasa trimestral. En su conjunto, la demanda nacional se contrajo un 16,6%.

Las exportaciones en el segundo trimestre estanco comparado con el primero bajaron un 33,5%, mientras que las importaciones retrocedieron un 28,8%.

En cuanto al comportamiento por sectores, únicamente se salvaron la producción de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, que creció un 4,4%, además de las actividades financieras y de seguros, que se expandieron un 3,4%. El peor comportamiento lo firmó el sector del comercio, el transporte y la hostelería, con una caída del 40,4%. Además, las actividades artísticas y recreativas se hundieron un 33,9%.

El comportamiento del empleo en términos de horas trabajadas fue similar al del PIB, quizás un poco peor. En este sentido, sufrió una caída intertrimestral del 21,4%, mientras que en términos interanuales el retroceso fue de un 24,8%.

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