Las pensiones subirán en enero otro 0,9%, nueve euros más al mes

Se trata del mismo incremento que se aprobó este año y responde a la previsión de inflación que tiene el Ejecutivo para 2021. Así, en el cuadro macroeconómico remitido a la Comisión Europea se estima un alza del deflactor del PIB, el índice más aproximado al IPC, del 0,9%. De esta forma, el Gobierno cumple con su compromiso de garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, algo a lo que insta también el Pacto de Toledo en el texto que está a punto de cerrar sobre la futura reforma del sistema.

El objetivo del Gobierno es poder derogar definitivamente el actual Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) implantado tras la reforma del PP y aprobar antes de que termine el año una nueva fórmula de actualización automática de las pensiones vinculada al IPC, para terminar con la incertidumbre que cada año tienen los nueve millones de pensionistas de cuánto cobrarán el año que viene. Faltaría por establecer cómo sería esta fórmula; una de las opciones que se barajan es la inflación media de los últimos doce meses pero podría ser otra similar, siempre que garantice el mantenimiento del poder adquisitivo de los mayores.

Además, es más que probable que una vez más se incluya en la nueva norma el compromiso de que, en caso de que el IPC sea superior a ese 0,9%, los pensionistas recibirán antes del 1 de abril una paga con la diferencia, tal y como sucedió en 2019, cuando recibieron un 'extra' de unos 11 euros de media por una inflación mayor que la subida. No sucederá este ejercicio, ya que a consecuencia de esta pandemia la inflación lleva ya seis meses consecutivos en negativo y los analistas prevén que así continúe hasta final de año, cuando podría terminar con una tasa del -0,2%. De ser así, esto significa que a lo largo de 2020 los jubilados habrán ganado más de un punto de poder de compra.

Nada se dice de las pensiones mínimas, por lo que todo apunta a que por segundo año consecutivo las prestaciones más bajas tendrá la misma subida que el resto: un 0,9%. Durante 2018 y 2019 el acuerdo alcanzado entre el anterior Ejecutivo del PP y el PNV permitió que se elevaran un 3%, casi el doble de lo que lo hacían con carácter general, puesto que en esos dos años se revalorizaron un 1,6%.

Esta subida de las pensiones ocasionará lógicamente un mayor gasto para las arcas de la Seguridad Social, que terminará el año con un déficit del 2%, según las previsiones del Gobierno, que prevé por ello hacer una transferencia al sistema de 18.396 millones de euros. Supondrá así un coste de más de 1.400 millones, en línea con los 1.406 millones de incremento que tuvo esta misma alza del 0,9% este año. Concretamente, en las cuentas de 2020 se preveía una subida de casi 1.300 millones para pagar las prestaciones contributivas, 144 millones más para las de las clases pasivas (que cuentan con más de 635.000 funcionarios como beneficiarios), 23 millones extra para sufragar las no contributivas y otros 10 millones más para las de familiares con hijo a cargo, cantidades que serán semejantes aunque ligeramente superiores. Por ello, se marcará un nuevo récord en el gasto en pensiones contributivas, que año a año crece de forma ininterrumpida y superaría ya los 140.000 millones anuales.

Con esta nueva revalorización, los cerca de nueve millones de pensionistas cobrarán en enero una media de algo más de nueve euros al mes. Concretamente, la prestación media del sistema se elevará 9,13 euros y se acercará por primera vez a los 1.025 euros al mes. Mayor será el alza que tengan los más de seis millones de jubilados: 10,5 euros más cada mes, con lo que su pensión media sobrepasará los 1.177 euros. Las viudas, por su parte, tendrán que conformarse con un aumento de 6,5 euros y cobrar de media 734 euros.