La patronal pide más personal para evitar el colapso de pasajeros en el aeropuerto

Según las imágenes que han trascendido, cientos de personas esperaban el pasado sábado pegadas unas a las otras y sin guardar la distancia social tras llegar a la terminal para presentar el certificado de vacunación o en su defecto el negativo de la prueba diagnóstica de covid o el que verifica que se ha pasado la enfermedad por falta de personal y de mostradores dispuestos por Sanidad Exterior. El sábado había programadas 424 operaciones, lo que supone más de 52.000 personas, con solo ocho mostradores para entradas de países del espacio Schengen y otros ocho para el resto -según datos de Aena-, lo que provocó en ciertos momentos un colapso en la terminal. El domingo también hubo momentos de cuello de botella aunque en menor medida al haber programadas 355 operaciones.

El presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, José María Mañaricua, recordó ayer que son ya dos los fines de semana en los que ha habido problemas. Aunque el pasado se trató de reforzar el personal «fue insuficiente», por lo que Mañaricua demanda a la Delegación del Gobierno que intervenga para que se dote de más personal en Sanidad Exterior del aeropuerto de Gran Canaria, que es quien se encarga del control sanitario, y poner punto y final al problema.

«La imagen de cientos de pasajeros esperando sin distancia mínima entre ellos es muy mala para el destino. Sanidad es quien debe velar para que se cumplan las normas y en el aeropuerto de Gran Canaria está provocando todo lo contrario en el control sanitario», se queja Mañaricua.

En el mismo sentido, se expresa uno de los miembros de su junta directiva, Nicolás Villalobos, quien defiende que haya control sanitario en los aeropuertos pero demanda medios para que se haga con celeridad y evitando aglomeraciones. «Se sabía que iba a haber un número elevado de operaciones y lo que hay que hacer es duplicar o triplicar el número de mostradores y personal para que el control sea fluido. No se puede empañar así el arranque turístico», señala Villalobos.

La temporada alta no solo empieza mal en Gran Canaria por el cuello de botella que se está formando los fines de semana en el control sanitario del aeropuerto de Gran Canaria sino también por el déficit de taxis en la terminal. Como explica Mañaricua, los días fuerte de llegadas hay quejas de los viajeros en que no hay taxis en el aeropuerto y tienen que hacer largas colas y esperas para coger uno. «El consejero de Transporte del Cabildo de Gran Canaria [Miguel Ángel Pérez] debe actuar para mejorar el servicio de taxi. La temporada turística ha arrancado el 1 de noviembre con muy buenos datos y deben poner al 100% del colectivo a trabajar», indica Mañaricua.

Por otro lado y respecto al anuncio hecho la semana pasada en CANARIAS7 por el vicepresidente, Román Rodríguez, de activar el decreto que obliga a los hoteles a pedir el certificado covid a sus huéspedes para controlar la pandemia, Mañaricua considera que mientras se esté en fase 1 y haya control en los aeropuertos no es necesario. «Debe haber mejor control en los aeropuertos de Sanidad Exterior, que el servicio sea más eficiente y se dote de más personal. Con eso tenemos», indica.

Villalobos coincide de forma rotunda: «Es improcedente el control ahora en los hoteles. Tenía sentido cuando el Gobierno de España no controlaba los aeropuertos pero ahora mismo es absurdo. Lo que hay que hacer es que Sanidad Exterior mejore el control en el aeropuerto».

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