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SILVIA FERNÁNDEZ
Sábado, 30 de enero 2021, 23:15
El mercado de la vivienda en Canarias ha experimentado en 2020 la sacudida de la Covid pero el golpe ha sido menos intenso del que se preveía. Tanto en el caso del alquiler como en el de la venta se han producido recortes de precio y reducción de las operaciones en línea con una tendencia de desaceleración del inmobiliario que ya se había detectado a lo largo de 2019.
En cualquier caso los descensos han estado contenidos a pesar de la caída que ha experimentado la economía canaria, cuyo PIB cayó en torno a un 15%, según las previsiones del BBVA Research. La clave de esa caída amortiguada está en los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) que han impedido un crecimiento desorbitado del paro y la destrucción de miles de puestos de trabajo.
En el caso del alquiler, los ERTE por ejemplo, han permitido sostener los pagos de los inquilinos en la mayoría de los casos. En aquellos otros, en los que el recorte de ingresos ha dificultado el pago del alquiler ha sido habitual un acuerdo entre arrendatario y arrendador de rebaja de la cuota o bien aplazamiento de la mensualidad, entre otros.
Así lo explica el miembro de la asociación de profesionales inmobiliarios Club Noteges y agente de Venportucasa Inmobiliaria, José Saavedra, que explica que el consejo de las inmobiliarias a los propietarios es tratar de mantener al inquilino y cerrar un acuerdo de ajuste por un año. «Buscar otra persona implica gastos. Es mejor cerrar un año con modificaciones y transcurrido ese tiempo se analiza y se decide», indica Saavedra.
En el mismo sentido se expresa Rafael Bello, el bróker de Remax Arcoiris. Reconoce que en algunos casos se están produciendo retrasos en los pagos y peticiones a los propietarios de rebajas en el alquiler y que normalmente se alcanzan acuerdos. «Lo más normal es buscar soluciones para que el inquilino continúe», indica Bello.
Estos acuerdos a la baja, unido a que la demanda ha aflojado ligeramente y la oferta ha crecido por el regreso al residencial de 7.000 viviendas vacacionales -se estima que un 25% de los pisos turísticos- ha provocado que el precio del alquiler se haya recortado en el último año en torno a un 10%, en línea con una tendencia que empezaba a notarse a finales de 2019, según indica. Alquileres que antes rondaban los 700 euros, se están rebajando a 620-630 euros aunque todo depende de la zona. Se trata de la primera caída anual tras seis años al alza.
«Sigue habiendo oferta y también demanda pero ésta ya no responde igual de bien y los precios bajan», indica Saavedra, quien destaca que la entrada en el mercado residencial de pisos turísticos no ha sido ningún caos ni se ha vivido como el estallido de una burbuja como anticipaban algunos expertos. «Se ha absorbido sin problema», dice Saavedra, que recuerda que hace dos años había en las islas un grave problema en el mercado del alquiler al no haber oferta suficiente. «Hoy se ha resuelto. Se ha cubierto toda la demanda», dice.
Ambas fuentes del sector inmobiliario recalcan que ahora los arrendadores son más selectivos a la hora de elegir a sus inquilinos y piden un determinado perfil al fin de evitar los impagos si el parón turístico se mantiene y acaban los ERTE.
«Temen que pueda haber problemas de pago y los habrá si el turismo no se reactiva», indica Saavedra, cuya visión es compartia por Bello. «La evolución del mercado dependerá de lo que pase con el turismo», afirma.
Locales comerciales, problema
Peor evolución registra el mercado inmobiliario de los locales. La situación económica está provocando la destrucción de muchos negocios y el abandono de los locales y devolución a los propietarios. «Aquí sí se detecta un problema importante que va a ir a más en los próximos meses como la situación económica no mejore», indican.
Por lo que respecta a la venta, el mercado inmobiliario de Canarias ha registrado este año un descenso de las compraventas. Según la Estadística de Transmisiones y Derechos de la Propiedad del INE, las operaciones han caído un 22% en el año de la covid (con datos de noviembre). En los primeros once meses del año se han cerrado 15.393 compraventas frente a las 19.817 de un año antes. Gran parte de este descenso se debe al parón casi absoluto con la covid de compras por parte de extranjeros, que en Canarias tienen un peso en el mercado de más del 30%.
Tanto Saavedra como Bello están confiados en que el mercado inmobiliario responderá bien a lo largo de este 2021 como lo ha hecho durante este año, en el que la pandemia no ha provocado na caída abrupta del mercado. «Sigue habiendo gente con trabajo y con necesidades de una casa», indica el bróker de Remax Arcoiris. Como muestra de la fortaleza del mercado el precio de vente en las islas se ha reducido un 6% de media y en algunas zonas no ha bajado nada. «Ahora hay muchas personas buscando chollos y alguno habrá que lo encuentre por la necesidad de vender que tienen algunas personas pero esto no es como la crisis de 2008. La mayoría de los vendedores gente puede aguantar sin vender», señalan.
El principal temor de ambos para este año es la incertidumbre, que es un factor determinante para la evolución de las ventas y puede llegar a paralizarlas.
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