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La gran banca se resiste a mejorar la remuneración del ahorro de las familias

La gran banca se resiste a mejorar la remuneración del ahorro de las familias

Las entidades encarecen el crédito con la subida de tipos del BCE, pero limitan el esperado repunte de lo que pagan por los depósitos

Clara Alba

Madrid

Domingo, 21 de agosto 2022, 23:06

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Lo dice la teoría y también la lógica financiera. El endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que en julio desembocó en la primera subida de tipos de interés en once años, se traduce, en principio, en préstamos más caros y en una remuneración al ahorro más atractiva.

La reacción de la banca ha sido inmediata a la primera parte de la ecuación. Desde comienzos de año, y con la escalada del euríbor como telón de fondo, el tipo medio ponderado aplicado para los nuevos créditos a vivienda se situó en el 1,70%, desde el 1,38% que marcaba a finales del pasado año. Y una evolución similar presentan los préstamos al consumo, que ya rondan un interés medio del 6,59%, según el Banco de España.

Una tendencia que, sin embargo, no se observa con tanta intensidad en la remuneración de los depósitos, la gran opción de ahorro de las familias tras la pandemia, que acaba de marcar un nuevo máximo con 994.982 millones de euros 'guardados' en los bancos. Es cierto que algunas entidades ya ofrecen productos con algo más de rentabilidad. Pero el interés medio con el que se remuneran los depósitos a la vista (cuentas corrientes) –donde se concentra la mayor parte del ahorro– permanece inamovible en el 0,015%.

La media de los depósitos a plazo sí ha mejorado algo, hasta el 0,067% desde el 0,064% en el que se movía a finales del pasado año. Pero esa ligera subida se debe más a la oferta de entidades extranjeras o de los denominados neobancos (de actividad exclusivamente digital) que aspiran a copar un hueco que, al menos de momento, las grandes entidades nacionales se resisten a llenar.

No les hace falta. El propio Banco de España reconocía en un reciente informe que la remuneración al ahorro de las familias mejoraría en los próximos meses. Pero explicaba que la subida de los tipos en el mercado monetario no se dejará notar todavía «por la menor necesidad de fondos de las entidades».

Es decir, los bancos cuentan con suficiente liquidez para hacer frente a la demanda de crédito y no les urge entrar en una guerra del pasivo como la vivida en otros periodos en los que captar nuevos clientes era objetivo prioritario. Y, si era a costa de robárselos al vecino, mejor. En 2008, por ejemplo, las rentabilidades medias de los depósitos a plazo fijo llegaron a superar incluso el 5%.

Ese tipo de movimientos ya no resulta necesario, sobre todo en un entorno de menor competencia tras el proceso de reestructuración bancaria en España. Pero, igual que se encarece el crédito, las asociaciones de consumidores reclaman a la banca que revierta la nula rentabilidad que ahora ofrecen por sus depósitos. Una sequía a la que se suma el 'efecto carcoma' que la inflación ejerce sobre ese dinero que los españoles atesoran en su banco.

Estrategia

Todo apunta a que habrá que esperar meses, y nuevas subidas de tipos por parte del BCE, para observar algo más de brillo en este segmento de mercado. Algunos directivos del sector ya se han manifestado en este sentido. Es el caso de Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank que, en la última presentación de cuentas de la entidad, dejó claro que «nuestra estrategia no pasa por remunerar». No encuentran sentido a pagar solo un poco más en un entorno inflacionista como el actual. Prefieren que sus clientes sorteen la inflación a través de otro tipo de productos, como los fondos de inversión.

Otra gran entidad consultada calcula que, para volver a ver rentabilidades del 0,5% en los depósitos, los tipos del BCEdeberían subir, al menos, al 1,5%, desde el 0,5% actual. Indican que el sector debe analizar, además, el impacto que tendrá el nuevo impuesto anunciado por el Gobierno, pues «lo que salga de un lado no se podrá destinar a otro».

En este escenario, la opción parece pasar por desterrar del catálogo los depósitos para apostar por otro tipo de productos como las cuentas remuneradas, en las que sí hay mayor margen de maniobra. Sobre todo en la oferta online. De hecho, ya se han visto movimientos en este sentido. Banco Sabadell acaba de lanzar una cuenta que ofrece un 2% a cambio de condiciones mínimas, como la domiciliación de la nómina o de los recibos del hogar. Y las bonificaciones a cambio de una mayor 'lealtad' del cliente es la tónica desde hace tiempo en el resto de los grandes del sector.

Las empresas dejan de pagar por guardar su dinero en el banco

Ha sido una de las grandes anomalías generadas por la política monetaria ultraexpansiva de los últimos años. La decisión del Banco Central Europeo (BCE)de situar en negativo el interés de la denominada facilidad de depósito obligó a los bancos a pagar por la liquidez que depositan en el organismo monetario.

Tras años de tipos negativos y sin casi margen de maniobra, muchas entidades decidieron a principios de 2019 cobrar por los depósitos de sus grandes clientes –institucionales y empresas– para cubrir parte de ese cargo. A pesar de esa penalización, que se aplicaba sobre todo a las empresas poco vinculadas con la entidad, el volumen de depósitos de este segmento no ha dejado de crecer.

A finales de 2019 ascendía a 258.267 millones de euros. Un año después, en plena crisis del coronavirus, la cifra engordó hasta los 296.277 millones, para seguir aumentando hasta los 305.969 millones al año siguiente. Según las estadísticas del Banco de España, actualmente se sitúa ya en 317.790 millones, un 23% más que en el año en el que los bancos generalizaron el cobro a los grandes clientes.

Más de tres años después, las entidades vuelven a remunerar esos depósitos. Es decir, las empresas han dejado de pagar por tener su dinero en el banco.

En concreto, el tipo medio ponderado que aplican al sector se situó en junio en terreno positivo en el 0,328%, desde el -0,093%del mes anterior. Un movimiento que evidencia que las financieras sí han comenzado a trasladar el alza de tipos a este segmento de negocio. El cambio más notable se observa en los depósitos de hasta un año, para los que la remuneración media alcanza el 0,334%. Es el primer registro positivo de todo el año y muy superior al -0,102%aplicado en mayo.

La tendencia también se ha dejado notar en el plazo de más de dos años. Aunque las entidades no aplicaban tipos negativos a este plazo, la remuneración de junio se situó en el 0,306%, la más alta de este 2022.

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