Constructores e Industriales rechazan la vía del Gobierno para agilizar las licencias de construcción

El anuncio del Gobierno de Canarias de que se trabaja para agilizar la concesión en un mes de licencias de construcción de vivienda en los ayuntamientos a través de 'visados de idoneidad' que sellarán los colegios profesionales -de Ingenieros y Arquitectos- suscitó el rechazo de los constructores de las islas y del propio Colegio de Ingenieros, que recordaron que esta fórmula se puso en marcha en el año 2006 en un decreto del Gobierno de Canarias dirigido a agilizar las instalaciones eléctricas y «resultó ser un absoluto fracaso».

Tanto el decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Canarias Oriental, Carlos Medina, como la presidenta de la Asociación de Empresarios de la Construcción y Promotores (AECP), María de la Salud Gil, rechazaron todo aquello que «implique» mayor burocracia. «Este es un nuevo engendro muy similar a lo que existía y que tumbaremos en los tribunales. Si vuelven a ponerlo en marcha no va a ver la luz porque lo impugnaremos en el Contencioso-Administrativo», indicó Medina.

Salud Gil, por su parte, se expresó en términos muy similares: «Hay que evitar la burocracia. Esto ya fracasó. Aquí lo que hace falta es un profesional que certifique que se cumple», indica. Según apunta, los colegios no tienen por qué emitir ninguna certificación, ya que para eso están los profesionales colegiados.

«Desconocemos los términos en los que el Gobierno está conformando ese certificado de idoneidad pero debe ser voluntario y libre. No puede ser que me obliguen a ir a un colegio a pagar por un visado. Son dos cosas distintas», manifiesta Salud Gil.

Tanto Salud Gil como Medina abogan por vía que ha desarrollado la comunidad de Madrid de la licencia básica. En base a ella, los promotores de obra nueva o sustitución presentan el proyecto básico con especificaciones de los requisitos a cumplir, como volumetría, y en el plazo de un mes se resuelve. En este proceso y voluntariamente el promotor puede presentar un informe de idoneidad o viabilidad urbanística elaborado por el profesional -arquitecto o ingeniero- que hace el proyecto. Ese informe tendrá sello del Colegio, pero como cosa propia del profesional y no asociada al promotor.

Resuelto en un mes, el promotor empieza a construir y pueden llegar hasta el 60% de la ejecución, al tiempo que van obteniendo la validación del resto de parámetros urbanísticos e informes. Hasta la fecha había un problema con las entidades financieras, que no daban crédito sin licencia urbanística. Este aspecto, sin embargo, ya se está modificando en la normativa estatal para corregirlo.

Medina recuerda que el 'visado ideoneidad' que puso en marcha el Gobierno de Canarias en el año 2006 para las instalaciones eléctricas y que quiere recuperarse ahora convirtió a los colegios en «sucursales» del Gobierno de Canarias y sujetos a su control. «No logró agilizar nada porque muchos de los reparos que se ponían eran arbitrarios», señala. Entonces el propio Gobierno derogó aquella norma tras darse cuenta de que no servía.

Medina recuerda que fue en la anterior legislatura, con José Antonio Valbuena, como consejero de Planificación Territorial cuando se planteó la posibilidad de esos 'visados de idoneidad' urbanística y de habilitación para ayudar a los ayuntamientos a agilizar trámites. El texto, sin embargo, nunca vio la luz porque varios colectivos lo rechazaron. «Al final convierten los colegios en sucursales de la administración mangoneadas por el Gobierno de Canarias. Esto no va a agilizar nada», manifiesta el decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Canarias Oriental.

Medina apunta que tanto el promotor como los arquitectos y los ingenieros conocen la normativa y saben que tienen que cumplir la ley «o de lo contrario se te echarán encima». Apunta, como Salud Gil, que después el que quiera puede de forma voluntaria recurrir al sello del colegio.

El presidente del Colegio de Ingenieros Industriales apunta que lo que debería hacer el Gobierno es cambiar la normativa para agilizar y no tratar de «poner parches».

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