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Las buenas perspectivas turísticas para este invierno y que parecen consolidarse por el aumento de las reservas en septiembre han animado el sector comercial de las zonas turísticas.
La enseña de alimentación Hiperdino anunció ayer la reapertura de las 19 tiendas que quedaban pendientes de volver a la actividad después de que este verano iniciara el proceso. A fecha de hoy sus 76 tiendas turísticas están operativas. El consejero delegado de Dinosol Supermercados, Javier Puga, segura que la enseña ha decidido adelantar la reapertura de sus establecimientos por las buenas previsiones para los próximos meses. «La evolución favorable de la pandemia comienza a notarse. En nuestro caso, en el aumento de las ventas que se han ido dando en estas tiendas desde el comienzo del verano», indica. Los trabajadores que se habían reubicado en otros establecimientos -la compañía no hizo ERTE- regresan ahora a sus puestos de trabajo, según indica Puga.
Las reaperturas de Hiperdino no son, sin embargo, un caso aislado. La práctica totalidad de las enseñas de alimentación, como Spar, han vuelto a la actividad en las zonas turísticas por las buenas previsiones para el invierno. Spar tiene operativas todas sus tiendas desde agosto, cuando reabrió la que faltaba en Anfi (Mogán), según fuentes de la enseña.
El secretario general de la Asociación de Supermercados de las Islas Canarias (Asuican), Alonso Fernández, confirma la vuelta a la actividad en los sures. «Las previsiones son muy buenas sobre todo en Lanzarote y Fuerteventura», indica.
El resto de subsectores del comercio turístico y de gran atractivo para los turistas, como las perfumerías, las joyerías y las tiendas de moda y complementos, también han reabierto al 100% «con optimismo» y la esperanza de que haya una buena campaña de invierno, según apunta el presidente de la Asociación de Empresarios de Life Style y Perfumerías (integrada en Cecapyme), Raju Daswani.
Sin embargo, reconoce que la mayoría de estos comercios siguen apoyados en los ERTE y en la flexibilidad que permiten para poder hacer frente a la fuerte caída de la facturación, que a fecha de hoy ronda el 50% respecto a 2019. Según explica, aunque el comercio está abierto muchos establecimientos optan por medidas como cerrar un día a la semana o abrir en un horario más reducido. «El negocio ha caído mucho y seguimos necesitando los ERTE para manenernos nosotros y a los trabajadores», indica Daswani.
Según explica, la práctica totalidad de los empleados ha vuelto al trabajo pero muchos están en ERTE parciales, con una jornada más reducida «a la espera de que se cumplan las previsiones y se recupere la actividad, los clientes y la facturación». «Se está viendo la luz y confiamos en que sea así», manifiesta.
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