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Cambios regulatorios necesarios y urgentes

Cambios regulatorios necesarios y urgentes

Es inequívoco el balance global que señala con claridad que el desarrollo objetivo es significativamente más lento y de menor alcance de lo que se necesita y lo que la tecnología y recursos disponibles permiten

octavio llinas

Sábado, 17 de diciembre 2022, 13:15

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La información accesible respecto al desarrollo de las Energías Renovables (EERR) en general y las marinas en particular, se presenta en el contexto actual como un espacio de realidad absolutamente contradictorio: De un lado se acumulan razones y estímulos que muestran y tratan de impulsar su desarrollo tanto por razones climáticas fundamentales y críticas a escala global, como por razones económicas, estratégicas circunstanciales y acumulables como son la pandemia y la guerra en Europa; pero de otro lado se acumulan informaciones generalizadas de las dificultades reales para su desarrollo objetivo. Es cierto que ni las dificultades ni su grado son las mismas en todos los países, pero es inequívoco el balance global que señala con claridad que el desarrollo objetivo es significativamente más lento y de menor alcance de lo que se necesita y lo que la tecnología y recursos disponibles permiten.

La perspectiva de potencialidad y capacidad de las EERR crecen y se aceleran con carácter general. En el campo de la eólica marina, datos recientes (informe de RenewableUK), señalan que la cartera total de proyectos de eólica marina flotante mundiales se ha más que duplicado en el último año, pasando en términos de capacidad de 91 GW a 185 GW. Esta cifra global no está en absoluto homogéneamente repartida, Europa está desarrollando el 58% de la capacidad flotante total (177 GW) de la cual a su vez el 18% (33,3 GW) se sitúan en el Reino Unido y dentro del cual solo en Escocia se concentran 29 GW, en España la mejor previsión en el horizonte de 2030 se plantea desarrollar entre 1 y 3 GW de eólica flotante.

Estas perspectivas se soportan en una aceleración tecnológica paralela sin precedente y también desigualmente repartida. La empresa China de turbinas eólicas Goldwyn termina de presentar su primera turbina de 13,6 MW de capacidad (252m de diámetro de rotor), que viene a sumarse a las de 15 MW de Vestas, a la de14 MW de Siemens Gamesa (con diámetros de rotor de 232m), o la de 14MW de General Electric (de 220m de diámetro de rotor) lo que da una idea de la dimensión gigantesca de los equipos y del desafío tecnológico en que se están desarrollando.

La consecuencia en España, es que el mercado nacional no sirve de impulso para desarrollar su capacidad industrial propia atendiendo a sus necesidades específicas (como en otros países). El potencial único que representa el que prácticamente el 25% de la tecnología original para la eólica marina mundial esté radicado en empresas españolas, se está dificultando y puede malograrse en un porcentaje difícil de establecer si solo puede implantarse en proyectos fuera del país.

A pesar de la diversidad nacional, en el seno de la Unión Europea existe un grado de consenso bastante amplio en cuanto a la necesidad de incorporación generalizada y rápida de las EERR (como la parte más común de la respuesta europea a las necesidades de sustitución de la energía proveniente de Rusia en cualquiera de sus formas) y que para ello es imprescindible agilizar los trámites administrativos.

En esta dirección, se produjo en el mes de mayo la Comunicación denominada REPowerEU, COM(2022) 230, con el objetivo explícito de tratar de reducir rápidamente nuestra dependencia de los combustibles fósiles rusos, acelerando la transición hacia una energía limpia y uniendo fuerzas para lograr un sistema energético más resiliente y una verdadera 'Unión de la Energía'. Las medidas necesarias para conseguir la autonomía energética total de Rusia no son ajenas a la visión y estrategia impulsada por los objetivos climáticos y que en gran medida ya estaban reconocidos y recogidos en el Objetivo 55 en plena fase de desarrollo.

Con la misma visión, el 9 de octubre la Comisión plantea un reglamento específico por el que se establece un marco para acelerar el despliegue de energías renovables (como consecuencia del reconocimiento de que la situación de la crisis energética actual ha empeorado respecto del momento de la publicación de REPowerEU), señalando que en este contexto se requieren medidas «temporales pero inmediatas» y en la misma dirección, los días 20 y 21 de octubre el Consejo Europeo pidió que la simplificación de los procesos de autorización se realice por la 'vía rápida'.

Como parte de la acción continuada de concienciación y decisión se ha de señalar la aprobación por la Eurocámara (por 407 votos a favor 134 en contra y 181 abstenciones), de respaldar el proyecto legislativo para aligerar el procedimiento de concesión de permisos en diversos contextos específicos (de mucho detalle). Lo que es de extraordinaria importancia es que se inició la atribución de las responsabilidades ejecutivas a las Administraciones pertinentes, por el cual, si la Administración responsable no responde en 9 o 18 meses (para distintos tipos de proyecto y circunstancias específicas), «los proyectos se darán por aprobados siguiendo el principio de silencio positivo». Se abre un camino que la 'burocracia tradicional' tratará de erradicar y minimizar, pero que será siempre una referencia insoslayable que se planteará sin duda en el futuro.

Los cambios regulatorios son imprescindibles, pero volviendo de lo general a lo próximo y también imprescindible: Las autoridades y aparatos administrativos municipales, insulares y autonómicos de Canarias, tienen que entender y asumir el papel que les corresponde y que lo tendrán que ejercer sometidos a gran tensión, que va a seguir aumentando en los próximos años de forma muy intensa para responder a la multitud de tramitaciones que el PRTR va a demandar, teniendo que considerar que pueden ser parte del éxito y por tanto del crecimiento económico y empleo sostenible que se generará, o ser corresponsables de la perdida de oportunidades que se derivarán de la limitación de sus actuaciones.

Los problemas están bien identificados caso a caso, aquí en la Economía Azul toca señalar que la asunción de la competencia en Costas por la Comunidad Autónoma (que se iniciará el 1 de enero), es crítica para una multitud de temas en Canarias, pero en particular para las energías marinas. Todas las partes implicadas tienen claro que es imprescindible un plan específico y una dotación de medios extraordinarios, materiales y humanos (al menos inicialmente), para evitar que el resultado de la transferencia sea: que la gestión objetiva hecha desde Canarias termine por ser peor que la anterior centralizada (antes de la transferencia) y que esto ocurra en el peor momento, ya que en los próximos años las necesidades de gestión en las costas canarias serán enormes y de graves consecuencias. Aunque las medidas especiales en las Administraciones son siempre difíciles de tomar, la dificultad objetiva de los limitadísimos medios transferidos no puede ser excusa frente a la magnitud de los daños y pérdidas de oportunidades que pueden suceder.

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