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Abre la primera ‘tienda’ de bitcoins en Gran Canaria

Abre la primera ‘tienda’ de bitcoins en Gran Canaria

Una casa de cambio de divisas instalada en el parque Santa Catalina de la capital grancanaria ha decidido ampliar sus servicios para gestionar la compraventa de bitcoins. Es la primera empresa en Canarias, afirma su propietario, que ofrece un asesoramiento «cara a cara» en un universo digital de transacciones anónimas que se expande día a día.

Jueves, 1 de enero 1970

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City Money nació en 2008 para comprar y vende oro en tiempos de crisis. En 2014 se convirtió en una casa de cambio de divisas, aprovechando el auge del turismo de cruceros y su situación, en el parque de Santa Catalina de la capital grancanaria, explica su propietario, Punit Sital. El interés de los usuarios por las criptomonedas llevó a este emprendedor a «estudiar» este fenómeno, y a ofrecer, desde noviembre de este año la posibilidad de gestionar la compra y la venta de bitcoins.

Pero, ¿qué ofrece City Money en un universo anónimo de transacciones de monedas que no tienen un soporte físico tangible? «Somos los primeros en Canarias que ofrecemos un servicio físico de asesoramiento en la compraventa de criptomonedas», explica Sital. A cambio, la empresa percibe «un porcentaje sobre el valor de la transacción».

«El 90% de las casas de cambio de criptomonedas online están en zonas como Islas Caimán, que no ofrecen una seguridad legal de las operaciones que se realizan. Pero nuestros clientes saben quiénes somos, y estamos adheridos a un sistema de control de blanqueo de capital y financiación al terrorismo controlado por el Sepblac (Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias)», subraya.

Dentro de este protocolo de buenas prácticas, City Money «solicita todos los datos necesarios para controlar la procedencia y el destino de los capitales de los usuarios cuyas operaciones superan los 1.000 euros», añade Sital. «Si no tenemos claro de donde viene o a donde va el dinero no atendemos a nadie, porque es nuestra responsabilidad, y no existe una regulación clara», añade.

La compra de bitcoins puede resultar, a priori, atractiva, por su alta rentabilidad. Pero la moneda virtual no está respaldada por ningún gobierno ni depende de la confianza en un emisor central, lo que genera dudas sobre la posibilidad de que estemos ante una nueva burbuja. El precio del bitcoin se ha multiplicado por 10 en once meses. De los 705 euros en enero, ha pasado al entorno de los 10.000 a finales de noviembre. Sital considera que las reticencias se irán diluyendo a medida que las monedas virtuales se consagren «en las finanzas a nivel mundial». Recuerda, eso sí, que «toda operación conlleva un riesgo, por lo que antes de invertir, hay que investigar cómo funcionan las criptomonedas».

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