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Último acto con cantera y dignidad

Último acto con cantera y dignidad

La UD cierra hoy su decepcionante temporada en Soria luciendo vivero propio y con ganas de dar una buena imagen como anticipo a la reconstrucción que viene, en la que el recién renovado Pepe Mel, exigente siempre, tendrá voz y voto.

Jueves, 1 de enero 1970

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La UD ha convertido sus últimos partidos en un ejercicio de fidelidad. Nada se juega desde hace tiempo, tampoco le ha dado por destaparse y, ya sin presiones, ponerse a jugar y a ganar. La UD sigue siendo un equipo cohibido y sospechoso, frecuentemente decepcionante, que agradecerá como pocos que esto se acabe de una vez para cerrar página. Con estos condicionantes, únicamente los más incondicionales están atentos al asunto, esto es, la visita que hoy se libra al Numancia en Soria, rival que tampoco va a soltar lágrimas cuando se eche el telón a la temporada 2018-19.Los Pajaritos presenta un partido desnaturalizado, con protagonistas en tránsito, dolidos con lo que les ha pasado y con los cinco sentidos puestos en lo que viene. Juegan porque es imperativo y hay que rellenar el calendario. Saltarán al césped empujados por el reglamento. Y, por mucho que traten de disimularlo, muy complicado será que no se note durante los noventa minutos la flojera de piernas, la desgana, la conducta rutinaria de tramitar el expediente sin más alardes. Es lo que traen meses de mediocridad y proyectos frustrados. UD y Numancia arrancaron en agosto con otro horizonte y la cura de humildad no ha podido ser más sangrante. Ahora se cruzan con un panorama que a nadie excita. Es un papelón.

La receta de Mel para combatir la dejadez viene con la cantera, dando bola a meritorios del filial que garantizan entusiasmo, electricidad, ganas por labrarse un porvenir. Al menos eso añade condimento a una UD en fase de reconstrucción y en puertas, también, de una renovación profunda tras las reflexiones pertinentes. El dinero no garantizó nada y ahora se anuncia un giro hacia otra política en la que, en teoría, el vivero propio va a tener protagonismo. Así lo impondrá el reajuste presupuestario y, también, la necesidad de vender nuevas esperanzas.

Sin tratarse de fuego real, porque ya la competición quedó desvirtuada en lo esencial, pelear puntos trascendentes, el minutaje que acumulen los que han dado el salto es una interesante inversión para el futuro que viene. Por ahí la exploración de sus evoluciones y maneras supone una buena percha para prestar atención a este epílogo del curso.

El club también ha colaborado en evitar vacaciones adelantadas y por anticipado. El anuncio de la renovación del entrenador es un aviso a navegantes. Mel ya mira con ojos de jefe cualificado, pues su interinidad ya pasó a mejor vida y ahora tiene mando en plaza. O lo que viene a ser lo mismo, mirará con ojos autorizados y, con el poder que le han dado de cara al futuro, no conviene hacerle desaires. Porque en un mes espera en Barranco Seco. Y con él se negocian pocas cosas y menos la exigencia. Si por algo ha decidido quedarse es para aprovechar lo bueno que ve y, por encima de todo, eliminar los lastras que arruinaron los sueños de ascenso. A la cúpula ya le ha dicho que tiene localizados los males estructurales y no piensa reparar en soluciones. Pero, para empezar, el que salga al campo tiene que partirse el pecho y demostrar que merece seguir, que eso de ahorrar esfuerzos y encoger la pierna no va con los tiempos que se imponen. Viene la meritocracia y solo van a tener la cabida los que a ojos del entrenador hagan lo suficiente. En su lista de descartes, en la que fue la última convocatoria de la campaña, ya ha dejado claras algunas de sus preferencias.

Sin reparar mucho en lo que aguarda en el Numancia, plagado de bajas y temporeros, como no podía ser menos, la intención de la UD pasa por mostrarse con la mayor dignidad posible y lucir alguna de sus joyas. Kirian y Toni Robaina van a jugar juntos, según lo anunciado por el técnico. Añadan a Josep bajo palos y no olviden a Cedrés, por lo que el ramillete crece. «Están ante la oportunidad de su vida», insiste Mel, deseoso de ver detalles diferenciales en la gente de la casa que ha levantado la mano para pedir sitio.

He ahí los apuntes de esta tarde para una UD que no quiere más disgustos por mucho que el debate clasificatorio quedara cerrado hace demasiado. Cantera, honradez y entusiasmo como tarjeta de visita. Y en la banda, Mel tomando apuntes sabiéndose con autonomía para mucho. Eso debería ser suficiente.

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