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UD: camina o revienta

UD: camina o revienta

Partido sin margen de error tras cinco jornadas sin triunfos, condicionado por la baja de Rubén Castro y frente a un Sporting que parte como favorito en el cartel por disponer de todo su potencial y totalmente ajeno a urgencias y presiones

Miércoles, 15 de julio 2020, 12:07

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Ganar. Todo lo demás le sobra a la UD esta noche frente al Sporting, rival que anticipa un partido peligroso. En realidad, lo es venga el que venga por el Gran Canaria, porque Las Palmas ya vive con una carga pesadísima, la que conlleva haber completado las cinco primeras jornadas del campeonato sin ningún triunfo. Eso está bien presente en cabezas y piernas y ejerce de enemigo añadido por encima del contrario de turno. Juega la UD, por tanto, contra once y, también, contra sus circunstancias. Ahí es nada. Pero, llegados a este punto, no cabe mirar atrás ni dejarse engullir por el vértigo. Pepe Mel quiere que los suyos se metan en la faena y afronten el encuentro sin rémoras, por muy cerca que esté el 0-3 del Almería.

La oportunidad de revancha llega con Pedri, que regresa a casa tras brillar con la sub-17. Una eternidad se ha hecho la ausencia del juvenil que, a la espera de la aparición de Jonathan Viera, es, de largo, el futbolista con más hechizo y talento de la plantilla a sus 16 años. Su impacto ha sido colosal desde que Mel lo sacó del anonimato para incluirlo en sus preferencias y nadie duda de que su presencia en el campo ya le da al equipo un diferencial, algo diferente y que mejora todo lo que le rodea. Eso se espera, que su fútbol suba el nivel colectivo y permita recuperar estima y chispa, verticalidad y osadía. Equilibrio, en síntesis, en el camino de mejorar la versión colectiva y que el tono suba índices.

Además de Pedri, imposible la fatiga a su edad camino de su tercer partido en cinco días, se anuncian más novedades en el once. Nada funcionó en la jornada anterior, lo que abre la puerta a permutas, algunas obligadas, pues el caso de Rubén, camino del quirófano, si nada lo remedia, es una puñalada más. Todo lo que ha marcado la UD en esta campaña lleva su firma y la reivención sin el ariete de La Isleta ya tiene a Mel jurando en arameo. El jarrón se le ha roto por todas partes y, puestos a que todo salga bien, roza lo maquiavélico que se le sigan cayendo jugadores a cuál más importante. Como Araujo está fuera de circulación y no hubo refuerzos en esa parcela, queda Pekhart o algún invento para parchear. Con la incógnita mayúscula del delantero, en el resto de líneas, con más abanico, se intuyen cambios. De la Bella, Aythami, Fabio o Drolé, suplentes días atrás, pueden entrar en escena para dar vitamina a un equipo necesitado de todo.

Se está viendo que la categoría no regala nada a nadie y que, por encima de golpes de suerte puntuales, hay que sudar y correr, además de acertar cuando llegue el momento. A la UD no se le puede achacar nada en materia de esfuerzo y empeño, con más o menos suerte, pero no se ha negociado una carrera mientras ha estado el balón de por medio. Mel, en eso, es implacable. El problema viene porque todo eso y más no alcanzó para más que algún empate, todos decepcionantes por la manera en la que se dieron. Eso resta a nivel mental, corta como una cuchilla cada vez que se inicia un desafío.

No es que en el Sporting estén para presumir de confianza, toda vez que también gestiona algunas carencias y no ha terminado de arrancar la campaña como se esperaba, pero, en comparación con lo que se vive por aquí, por El Molinón sí se respira otra atmósfera. Precisamente por ese contraste buscarán hoy pinchar el nervio de la UD, sacar a flote sus dudas y anularla desde la paciencia.

Puede que al Sporting le valga con no perder aunque no lo reconozca de manera explícita, y eso le allana el camino. Esperar, tener red si no marca, blindar el área propia y luego lo que toque en suerte. Es probable que basen su estrategia en el desgaste anímico que puede invadir al anfitrión si los dos primeros pases son fallidos o pasan los minutos sin novedades positivas. Será un partido largo, salpicado de matices y de tiempos, en el que la UD debe poner tanto músculo como corazón y cabeza.

Pocos dudan de que el Sporting parte, en teoría, como favorito. Sin bajas, con caudillos en la cancha como Javi Fuego (casi trescientos partidos en Primera le contemplan) y peligros varios por individualidades cualificadas. Queda por ver el aguante de la UD y el vuelo que le da Pedri. También si el destino, por una vez, ofrece un guiño. Mejor que hoy, nunca.

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