Borrar
Toni Otero, «un enfermo del fútbol»

Toni Otero, «un enfermo del fútbol»

La UD Las Palmas oficializará hoy su contratación como secretario técnico, fichaje que llega avalado por su estilo de trabajo, experiencia y capacitación, rasgos que sedujeron a Miguel Ángel Ramírez desde el primer encuentro que tuvo con él.

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Centrocampista de carrera humilde, formado en la cantera del Celta, y con paso posterior por el Pontevedra, Porriño o Coruxo, equipo en el que se retiró con 33 años, José Antonio Otero Fernández, Toni Otero (Vigo, 1973) ha logrado prosperar en el fútbol una vez colgadas las botas y con chaqueta y corbata, en labores ejecutivas que le llevaron desde A Madroa, la cuna de la cantera celeste a La Masía, marca universal del Barcelona y en la que prestó sus servicios hasta la llamada de la UD. Otero sedujo a Miguel Ángel Ramírez desde el primer momento. Apenas le bastaron unos minutos, nada más conocerse, para confirmar las excelentes referencias que de él se tenían. «Un enfermo del fútbol», le definen quienes le conocen, con una capacidad de trabajo «insostenible para el resto» y un nivel de dedicación absoluto.

Más de veinte años dedicados a las labores de formación, con descubrimientos notables en su haber como Denis Suárez o Santi Mina como ejemplos más sobresalientes, domina como pocos el oficio, con una panorámica privilegiada y en la que experiencia y conocimientos se funden en una mezcla que le diferencian. De perfil discreto y llano («es alérgico a los medios de comunicación y reduce sus comparecencias públicas a lo mínimo exigible»), dispone de una red de contactos dentro y fuera de España que le hacen estar al día del mercado, el surgimiento de nuevas promesas y cada una de las novedades y situaciones destacables que deben ser de conocimiento en su gremio. Su dominio de jugadores y equipos sorprendió, y para bien, a Ramírez, quien no tardó en entender que estaba ante su hombre. Ya cuando Otero le habló tanto de la plantilla profesional como del filial, pasó de la admiración al asombro de su interlocutor. Recitaba de memoria alineaciones de Las Palmas Atlético y en varias ocasiones presenció sus encuentros pasando desapercibido en las gradas de los campos de Segunda B. Le gusta chequear personalmente informes y los apuntes que le hacen llegar. «Un fin de semana se puede recorrer España de punta a punta para ver partidos. Es un currante en el sentido literal de la palabra», aseguran desde Vigo periodistas que han seguido su trayectoria. Tanto abarca que no tendrá un director deportivo al que rendir cuentas. Reportará, directamente, con el presidente.

Su cultura del trabajo, orientada al reciclaje diario y continuo aprendizaje, le hicieron crecer en el gremio, ganar en jerarquía y pasar de ser un mero operario del organigrama del Celta a dirigir sus categorías inferiores, ejercer en el Lugo como máximo responsable de la parcela deportiva, regresar al club de su vida y llamar la atención ni más ni menos que del Barcelona, destino lujoso y en el que cumplió con sus labores de scouting pasando desapercibido a ojos mediáticos. Entre medias, se puso el chándal para salvar al Celta B de un descenso a Tercera en un claro ejemplo de sus capacidades más allá de los despachos. Con todo, prefiere estar en puestos de dirección que en la banda y viene a la UD precisamente para potenciar un cargo bajo sospecha tras meses de errores encadenados por parte de Iván Helguera, su predecesor, con la connivencia y participación de su superior, Toni Cruz.

Un cambio necesario.

Otro de los factores que explican su contratación, además de la capacitación que exhibe, viene dada por su condición de hombre de estreno en la entidad, sin servidumbres del pasado ni favores pendientes. Llega para comenzar su historia en el Gran Canaria y no habrá otro criterio para evaluarle que su trabajo y aportaciones.

Aire limpio, en suma, que aterriza libre de cargas, dispuesto a responder a la intuición de Ramírez, que lo ve como la llave maestra para articular un proyecto de ascenso.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios