La UD acumula sensaciones pese a perder la imbatilidad

Para el inicio, García Pimienta apostó por el estreno de Aarón bajo palos, seguro por alto y con una buena parada abajo a la media hora, y mantuvo entre los elegidos a Juanma, titular en todos los amistosos hasta ahora y que sigue almacenando méritos para quedarse con los mayores. El central tinerfeño fue infranqueable al cruce, y eso que le retó, entre otros, Puado. No pasó ni una y se mostró impecable en los conceptos de achique que demanda el equipo. Por delante, Loiodice abrigó a Viera y Kirian, onmipresentes en cada posesión.

Y eso bien que se notó en un encuentro dominado por la UD, monopolizando posesión e iniciativa frente a un Espanyol que supo sufrir atrás, acumulando hombres por detrás de la pelota cuando no le quedó otra y con suficiente capacidad para estirarse con relativa intención. Salvando dos tiros de Herrera calcados, escorado a la derecha, uno a las manos de Pacheco (minuto 6) y el otro muy arriba (minuto 46), no hubo noticias de Las Palmas arriba. Demasiada elaboración en la zona ancha para cocinar las ofensivas pero sinpoder filtrar balones para Sandro, con Moleiro cojo en el desborde y un adversario ortodoxo en su muralla. Las pretemporadas también están para esto, para perfeccionar los ejercicios de paciencia, concertar los ajustes, automatizar hábitos.

En eso anda una UD acostumbraba al balón pero que, por exigencia del guion, debe acostumbrarse a acompasarse a todos los ritmos. Ilustrativo fue ver a Kirian repartir leña y sin tolerar la salida del oponente. Tampoco se arrugó Viera en labores de presión. Artistas metidos a faenas primarias pero de igual valor. Ejemplo para el resto. Así transcurrió el primer acto, con un dominador sin vías de hacer bingo y un dominado cómodo en el rol de verla venir sin más.

Tras el intermedio, con cambio en la portería y galones para Lemos, pronto pudo alterarse el equilibrio por un claro penalti sancionado por manos de Cardona, que rebañó abajo un balón tras ser quebrado en un costado del área. Edu Expósito ajustó tanto su disparo que acabó escupido por un poste y, en el posterior rechace, Jofre la mandó directamente a las manos de Valles, un imán en momentos cruciales. La UD, que mantenía el bloque inicial con Aarón y Juanma como únicos relevados, y con Álex Suárez pasando del lateral a la posición de central con Eric, no se desnaturalizó y a punto estuvo de ponerse por delante en un robo de cerca del área pequeña y que entre Sandro y Loiodice le dejaron a Herrera para que definiera a placer. Un caramelo que se perdió entre las nubes.

A la hora de partido, Pimienta abrió la rueda de cambios y dio minutos a la mayoría de suplentes, con Sinkgraven de sorprendente mediocentro junto a Javi Muñoz como una de las probaturas del día. Y en el barullo provocado por tanta novedad de sopetón, una mala decisión de Valles acabó en pies de Pol Lozano que no perdonó. Primer gol encajado en la pretemporada, más doloroso por cómo vino que por sus consecuencias. Un error no forzado de los que en Primera te desangran.

De ahí al final, lo que vino fue un zurdazo perfecto desde la frontal de Javi Muñoz para poner las tablas y hacer justicia. El mediocentro llegado del Eibar se ha convertido en el sorprendente máximo realizador en Marbella, con dos dianas. No es su fuerte pero que las mande a la red cada vez que puede es una noticia magnífica. Ya a última hora, Rubén, de vaselina, estableció un 1-2 que no reflejó méritos ni sudores.