Marea amarilla para conseguir entradas del Real Madrid-UD

Con un máximo de dos entradas por persona, la expectación se fue incrementando de manera exponencial en la explanada de Siete Palmas desde las ocho de la mañana. Hasta tal punto que la Policía Nacional ha tenido que intervenir en algunos puntos para evitar posibles altercados, ya que gran parte del gentío congregado se ha quedado con la miel en los labios.

La alegría de los pocos afortunados constrastó con el malestar de gran parte de la cola serpenteante -y a ratos caótica- que cincelaba las taquillas, en los que se produjo más de un conato de tensión sofocado por los agentes de seguridad desplegados

A diferencia de lo que sucede en competiciones internacionales, tanto en la RFEF como en LaLiga no existe un protocolo para poner a la venta un número determinado de entradas a la afición visitante. En ambos casos, la decisión queda en manos de los clubes, que son los que negocian el reparto.

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En cuanto al precio, desde esta temporada, 14 equipos firmaron un acuerdo para que la afición visitante no tuviera que abordar un precio superior a treinta euros y fuera más asequible su presencia en cada jornada, un acuerdo que casualmente equipos como el Barcelona y el propio Real Madrid se abstuvieron -al igual que el Getafe, Rayo Vallecano, Villarreal y Osasuna-.

En este caso, cada uno de los 400 afortunados ha tenido que desembolsar una cantidad sensiblemente superior: 50 euros. todos ellos destinados al sector visitante, lo que equivale al cuarto anfiteatro del remozado coloso de Concha Espina.

Con esa panorámica, la marea amarilla acudirá al Santiago Bernábeu como casi medio centenar de fieles para animar a su equipo en el choque previsto para el próximo miércoles 27 de septiembre a partir de las 18:00, hora canaria. La ilusión de todos ellos es romper con el maleficio isleño que arrastra en territorio blanco, ya que la UD Las Palmas nunca ha ganado al Real Madrid en su feudo, acumulando apenas cinco empates en sus más de 30 visitas.