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Maiorino ya diseña una UD en Segunda

Maiorino ya diseña una UD en Segunda

El director deportivo comparte el diagnóstico que hay en el club, descartando milagros con la situación clasificatoria actual, e inicia sus maniobras de planificación para la próxima temporada haciendo uso de toda la información que tiene

Miércoles, 15 de julio 2020, 04:08

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Rocco Maiorino, director deportivo de la UD Las Palmas, ya está manos a la obra con el proyecto 2019-20 y situándolo en Segunda División. Aunque hace justo una semana, en su presentación, insistió en que todavía era posible el milagro de meterse en la promoción de ascenso, e, incluso pidió respeto a los profesionales de la primera plantilla por estar inmersos en competición, el ejecutivo italiano comparte el diagóstico pesimista que hay en el club por el que se descarta la viabilidad de una remontada exprés. A nueve jornadas para el final, 27 puntos por disputar, la UD está a 11 de la sexta posición y varios equipos que le preceden aún tienen pendiente sumar el triunfo que le corresponde ante el Reus, lo que termina de complicarlo todo. Haría falta un pleno de resultados de Las Palmas, cuestión ya de por sí compleja dada su errática trayectoria, y que, a la efectividad propia, se sumara un derrumbe masivo. Maiorino ha decidido atajar y, tras el empate del pasado sábado en Oviedo, resultado que supuso otra pala de tierra sobre las opciones propias, comenzó a definir su boceto con la realidad que impondrá un nuevo curso en la categoría de plata. El ejecutivo italiano tendrá que lidiar con importantes condicionantes y no es ajeno a esta problemática: menos recursos económicos para la confección de la plantilla, la necesidad de aligerar la carga salarial con jugadores que tienen contrato en vigor y, claro está, acertar en la cesta de la compra.

Con plenos poderes por parte del presidente para actuar en la dirección que considere, Maiorino aprovechó el viaje de este fin de semana a Asturias para departir e intercambiar información con con Juanito Rodríguez y Branko Milovanic, asesores de Miguel Ángel Ramírez. Hay buena sintonía entre los tres e, incluso, se han debatido perfiles de posibles fichajes, con nombres y apellidos. El reciclaje que ha llevado a cabo el dirigente recién llegado del Milán le ha permitido empaparse en tiempo récord del escenario competitivo que marca (y seguirá marcando) la actualidad de la UD. Su dominio de las plantillas, así como las referencias que tiene de la Segunda B y, con especial detalle, de los filiales de clubes que compiten en el tercer escalón del fútbol española, casos del Real Madrid o Atlético, entre otros, han llamado positivamente la atención de sus interlocutores en estas primeras conversaciones de trabajo. Y es que, como ya advirtió Ramírez, desde hace meses se metió en la faena Maiorino y es ahora cuando están mostrando y demostrando su manejo y conocimientos, lo que le permitirá no dilatar la toma de decisiones.

Sus reformas irán de los despachos al césped. El crédito de Toni Otero, secretario técnico, está ahora en unos mínimos que le colocan más fuera que dentro. Que acabe contrato en junio y llegara con el desafío irrenunciable del ascenso no es un factor menor. El futuro del gallego depende de Maiorino y, en este minuto, todo indica que acabará saliendo de la entidad a la conclusión de la temporada. Caso diferente es el de Tonono, ya con casi dos décadas de trabajo en las categorías inferiores del club muy bien valorado a ojos de la directiva y que, por la complejidad de su responsabilidad, no va a ser evaluado de un mes para otro, lo que, salvo sorpresa, garantiza su continuidad.

El tercer gran nombre en su agenda, el del futuro entrenador, admite, de momento, candidaturas. Con Pepe Mel se han intercambiado pareceres sin compromiso alguno y, pese a que se valora su perfil, también hay ojos para otros ofrecimientos y posibilidades que han llegado para el banquillo. A Mel le crucifican sus resultados. Y él lo sabe.

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