Extremadura amplía la galería de los horrores y deja varios señalados
Copa del Rey ·
Las últimas cuatro eliminaciones en la Copa han sido ante rivales de inferior categoría. En la del martes, paso atrás de quienes querían minutosSiguiendo con la tradición de los últimos años,la UD se despidió de la Copa del Rey de la peor manera. Un repaso a los precedentes más inmediatos en el torneo del ko da para una particular galería de los horrores después del episodio vivido en Extremadura este martes, con un 3-1 definitivo y que todavía escuece. A saber: en enero pasado, un 4-0 indecente en el campo del Elche, entonces en Segunda y cuando se militaba en Primera División. En el año anterior fue el peor enemigo posible, el Tenerife, el que, también una categoría por debajo, finiquitó el camino con un 2-0 en el Heliodoro. Oprobio también considerable el vivido en diciembre de 2022 frente a La Nucía en Alicante, cayendo en la tanda de penaltis.
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El patrón se ha repetido, invariablemente, en estas cuatro últimas ediciones, doblando la rodilla en campo contrario y ante oponentes de menor escalafón competitivo pero que, en el campo, igualaron fuerzas y superaron empeños.
Lo del Francisco de la Hera no queda, por tanto, en anécdota y sí viene a confirmar una tendencia ahora ampliada. Por lo que sea, la Copa se ha terminado de convertir en un compromiso molesto en el calendario propio y más cuando es ya, por derecho propio, un caladero de decepciones. Nada nuevo bajo el sol y que se asume en Pío XII con sentido pragmático. «Igual que en 2023, cuando subimos a Primera, nadie se acordó de quien ni cómo nos echó de la Copa, sucederá lo mismo ahora si terminamos ascendiendo», razonan desde la cúpula, subrayando que no gustaron las formas pero enfatizando, de igual manera, que la competición no figura, ni de lejos, en los objetivos propuestos para el proyecto que encabeza Luis García.
Resignación y vista al frente
«Esto es deporte. Hay que tragar y aceptarlo», dijo el entrenador invitando a pasar página pese a que no ocultó que lo vivido con el Extremadura constituyó «un día duro». No está en el ánimo de la UD hacer sangre de este revés más allá de la detección y corrección de errores. El calendario no permite distracciones ni lamentos y desde ya se demanda máxima atención con la visita al Sporting del domingo, cita esencial para mantenerse en ascenso directo y frente a un adversario directo en este objetivo.
Ahora bien, lo que sí subyace del tropezón copero es la falta de alternativas que ofrecieron jugadores que, en la oportunidad que tuvieron para mostrarse y opositar a mayor protagonismo, se cayeron de manera estrepitosa. Al meta Caro lo condenó un error garrafal en el 1-0, que vino precedido por un balón que trató de jugar con Cedeño y que puso en pies del delantero que terminó metiéndolo en la red, Pezzolesi hizo un gol pero generó otro en contra con un penalti evitable, poco o nada se supo de Adam o Cristian y tampoco resultaron relevantes Mata o Pejiño.
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Salvando al debutante Carlos Navarro, elogiado por el entrenador («ha hecho un gran partido»), y algunos detalles de Herzog, Iñaki o Cedeño, todos saleron señalados de un día en el que, en vez de dar un paso al frente en su lucha por entrar en la rueda, retrocedieron considerablemente. En otras palabras, que el famoso fondo de armario del que se presumía a lo mejor no lo es tanto.
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