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EFE / Madrid
Miércoles, 10 de mayo 2017, 17:46
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Vandeweghe fue una oponente extremadamente incómoda para Carla Suárez, dada su volatilidad.
Capaz de lo mejor, la neoyorquina obligó a la española a entregar su servicio en el juego inaugural.
Pero capaz, también, de lo peor, se enredó en errores no forzados que facilitaron la recuperación de la talentosa tenista de Las Palmas de Gran Canaria justo después del 3-2.
Ese fue el instante escogido para departir durante algunos segundos con su entrenador, Xavier Budó.
«Necesitamos una marcha más de piernas, de mano y de piernas. Estás demasiado pendiente de ella. Estás jugando condicionada por su tenis. Así maquillaremos el resultado, pero no ganaremos. Tienes que apretar a muerte. Ella te va a hacer un gran punto, seguido de un gran fallo», expuso el catalán.
La derecha de CoCo Vandeweghe fue, en efecto, tan amenazante como irregular. Sorprendió, en ocasiones, con puntos inverosímiles pero cometió asimismo fallos aberrantes. A estos últimos se aferró Carla Suárez tras templar sus miedos.
Consiguió ponerse en ventaja tras el noveno juego (4-5) y cerró el parcial, por 5-7, cumplido el minuto 55.
La estadounidense, de planta imponente (1.85 metros), contabilizaba por aquel entonces 19 errores no forzados.
Apenas cuatro concedió la española, advertida de la peligrosidad de una jugadora que pisó las semifinales del pasado Abierto de Australia tras someter a la italiana Roberta Vinci, a la francesa Pauline Parmentier, a la canadiense Eugenie Bouchard, a la alemana Angelique Kerber y a la también española Garbiñe Muguruza.
Pronto se dio cuenta Carla Suárez de que, con lo ofrecido en el primer set, no le bastaría para salir vencedora del Estadio 3.
Vandeweghe afiló su derecha. Se protegió con su revés. Y llevó el envite a la tercera y definitiva manga (6-4). «Ganaste el primer set por tu humildad y saber estar, pero con esto no llega. Nos falta nervio, nos falta competitividad», convino Budó. «Estás capacitada para ganar, pero nos falta convicción. Necesito que tengas la cabeza arriba», continuó el catalán. Los gritos de «sí, se puede» brotaron entonces del graderío.
El ánimo del público, que ya había premiado el esfuerzo de Carla Suárez en sus anteriores compromisos ante la china Shuai Peng (3-6, 7-5 y 6-0) y ante la danesa Caroline Wozniacki (6-4, 2-6 y 6-2), arropó a la canaria, número 24 del ránking. Se colocó con un favorable 0-3, pero su oponente, vigésima en la clasificación mundial, le negó la consecución de la victoria.
Equilibró el choque y después, compitió de manera decidida por un triunfo que le permitió no solo alcanzar los cuartos de final del Mutua Madrid Open sino también igualar (2-2) su particular serie con Carla Suárez. Como ya ocurrió el pasado año en Miami, CoCo Vandeweghe abandonó la cancha como vencedora.
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