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La UD supera la tormenta y baila ante el colista

La UD supera la tormenta y baila ante el colista

Los amarillos aplastan al Alcorcón para subir hasta el cuarto puesto de la tabla y espantar fantasmas tras el tropiezo en Lugo

KEVIN FONTECHA PÉREZ

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 25 de octubre 2021, 07:54

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Era un animal herido la UD, presa del infortunio y huérfana de la felicidad efímera. Ni tiempo tuvo para celebrar la victoria en el derbi canario, tampoco para lamentarse de la tormenta en Lugo. El calendario no afloja y los amarillos no querían quedarse en el camino. Por eso Las Palmas salió enojada y descarada en el Gran Canaria. La ira te da un gran poder, pero si no la controlas puede destruirte. Y los de Mel entendieron a la perfección la situación, porque en momentos de corazón caliente mantuvo la cabeza fría. Venía el colista y no le regaló ni un segundo de dudas. No se podía volver a fallar.

Cierto es que todo se puso de cara desde muy pronto, cuando Córdoba veía la roja directa por dejarle, en el minuto 8, los tacos tatuados en la pantorrilla a Mfulu. Se quedaba el Alcorcón con diez jugadores en el campo y, con la soga al cuello y el peso de equipo colista apretando bien fuerte, los de Mel iban a jugar sus cartas con la maestría del candidato al todo. Mordían y mordían los amarillos en una presión asfixiante y, en el 14, Jesé mandó el primer aviso con forma de misil. La despejó como pudo Jiménez.

Entre toque y toque se movía con sutileza Las Palmas. Sin rifar balones y con Mfulu recogiendo cualquier pelota dividida. En una de esas Cardona la puso atrás, algo mordida tras rebotar en un defensor, y Enzo Loiodice la mandó a la red. Fusiló el francés en un remate imposible para Jiménez, que solo pudo aplaudir el golpeo del mediocentro. Corría el minuto 23 y los de Mel ya se gustaban y mandaban en el electrónico. Se atrevía Moleiro desde su casa. Todos los nervios y la ansiedad de Lugo se habían esfumado. Cantaba el Estadio. Todas las ocasiones tenían sabor isleño. Enzo y Moleiro volvieron a probar fortuna antes del descanso. Ni rastro del Alcorcón. Cardona casi ponía distancia, luego de una gran pared con Jesé.

Tras el intermedio nada cambió. La UD quería finiquitar el choque por la vía rápida y a por el meta rival que se fue. Olía la sangre el cuadro grancanario y afilaba los colmillos. Mel no quería sustos y daba descanso a Pejiño a los cinco minutos del segundo tiempo, que dejaba paso a Benito Ramírez. Bastantes lesiones en muy poco tiempo. Y el aldeano metió otro ritmo en la izquierda, siempre doblado por un hiperactivo e imperial Sergi Cardona. Jesé, en una jugada individual, puso algo de pimienta, pero el meta visitante atajó sin mucha complicación. Acto seguido, en el 57, en una galopada de Benito por banda llegó el tanto de su redención. Jesé volvió a intentarlo y el extremo cogió el rebote, entrando con todo y reventando las cuerdas de la portería.

Esta vez la tormenta fue Las Palmas, que bailó al farolillo con una exhibición de hambre, fútbol y superación. Porque la derrota en Lugo, con las bajas que dejó por el camino, con Viera y Peñaranda, fue un mazazo descomunal. Pero ahí creció la UD, siempre plantando cara a la desgracia y la adversidad. Siempre sonriendo hasta cuando por momentos se perdieron los motivos. Ejemplo fue el gol de un Eric Curbelo que está pletórico. Controló en la frontal, levantó la cabeza y la puso al palo largo. Parábola imparable, remate de delantero total. Mel hasta se dio el gusto de sentar a Lemos y Jesé para que respirasen, ovacionados ambos.

La segunda unidad, con Clau Mendes a la cabeza, mostró credenciales para seguir contando para el técnico madrileño. Al conejero le anularon un gol por posible plancha. Al Alcorcón también le invalidaron uno por fuera de juego. Era más claro, eso sí. Al final, el combinado grancanario dio un paso al frente cuando la temporada obligaba a sumar otros tres puntos. El recinto de Siete Palmas es un fortín inexpugnable, donde nadie ha ganado aún, y los amarillos ya pelean con los gallitos en la tabla. De momento, el partido en San Sebastián, se afrontará con la ilusión intacta. Con la felicidad de llegar cuartos a la cita y después de recuperar la dinámica positiva. Todo fueron sensaciones positivas. La UD nunca se fue.

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