«He sentido que tenía que demostrar todos los días que soy buen entrenador»

«Ha sido un año muy difícil para mí. He pasado momentos complicados porque no he estado cómodo durante mucho periodo; me he sentido solo en muchos momentos determinados, apoyado fuertemente por mi cuerpo técnico, por mi director deportivo y mi club, pero no esperaba este club. Tenía una sensación diferente de poderío». Así arrancó Porfi Fisac, a petición personal, antes de someterse al interrogatorio de la prensa, su resumen de una temporada que no olvidará nunca por muchas razones.

Una afirmación, que nadie esperaba, y que se encargó de explicar al segundo: «Me ha gustado poder variar una dinámica deportiva, pero a mí me gusta ser más hermético, más cerrado, que los profesionales os lleven la información que se debe y sea lo más real y lo más veraz posible, y en ese sentido no me he encontrado el club que me esperaba», valoró el segoviano antes de añadir que «es un club que tiene unas posibilidades increíbles, nunca he estado en ningún club con este tipo de posibilidades, pero creo que necesitamos todos dentro de este club dar un salto de calidad en cuanto a una cultura de trabajo mucho más importante. Necesitamos ser todos mucho más competitivos».

Y fue más allá el segoviano: «No me he encontrado a ninguna mala persona ni a un mal profesional, pero necesito seguir empujando para que el club sea mucho más competitivo. Es mi sensación, igual no es la realidad, pero es lo que he vivido y por eso el año ha sido muy duro y difícil. No me gusta nada haber tenido esa sensación, muchas veces falsas, de filtración siempre buscando la parte negativa», aseveró antes de contestar al cuestionario de la prensa presente.

Filtraciones que, según él, han salido desde su propio equipo técnico, y que el año que vienen tendrán consecuencias. «No me gustan nada las filtraciones que existen desde otros ámbitos, y sobre todo no me gusta que se digan mentiras. En un momento determinado leí que no contaba con Víctor García, y es el tío más trabajador que he tenido nunca como ayudante, el solo hecho de que se planteen estas cosas me duele. En cuanto al resto del cuerpo técnico sí habrá algún cambio, porque me gusta ser mucho más hermético y que la gente de mi cuerpo técnico hagan trabajar más a mis jugadores.... Todos son grandes profesionales, pero creo que están demasiado cómodos, analizó Fisac.

Fiel a su estilo, no regateó el profesional de los claretianos ninguna cuestión. En cada una de ellas dio su versión siempre particular y que puede ser compartida o no, según los gustos. Su valoración de la temporada, por ejemplo, es de «notable». «Tengo la sensación de que tiene más importancia 12 jornadas que 48... y eso es culpa mía. No he sabido transmitir ese grado de positividad que creo que debemos tener. Creo que al final hemos hecho un año notable, donde hemos sido capaces de jugar semifinales de Eurocup, la tercera vez que se hacía en el club; de alcanzar el Playoff...», explicó orgulloso.

Más concreto aún fue a la hora de detallar su relación con jugadores que no terminaron el curso, como Della Valle, Ferrari o Burjanadze. «Amedeo me pedía jugar más minutos. Y yo le decía que un jugador tiene siempre dos partes; derechos y obligaciones. Y Amedeo, en las partes de obligaciones, no se lo estaba ganando. Y el tío fue honesto y profesional y me dijo: «Yo o juego 25 minutos o me voy». Hablé con la dirección deportiva y el chaval se fue sin cobrarnos ni un euro, porque él quería jugar más. Le agradecí su sinceridad», dijo.

«Lo mismo pasó con Ferrari y Burjanadze», siguió. «Y a cada uno le dije lo que pensaba; a Beqa, por ejemplo, que tenía que ponerse en un estado físico diferente, hacer más esfuerzo, etcétera. Yo no le voy a regalar minutos a nadie. Eso es lo que me pasaba al principio, que todo el mundo pedía y pedía pero nadie nos daba. Y al final tuve que ser bastante mala persona. Pero con un solo objetivo, llegar a tener mejores profesionales. Y aunque es el año más difícil, también es de la que más orgulloso me siento de mi carrera», valoró.

Y sobre Beirán, al que apartó unas semanas por no entender su capitanía como quería, añadió que «he tenido cero enfrentamientos con él, y me siendo orgulloso de lo que hice porque ayudé a que jugara bien. Es lo único que pienso y así lo voy a seguir haciendo con cualquier otro. Mi único logro, lo prometo, es hacer que mi equipo sea mejor».

«Seguro que habrán cambios en el roster, siempre hay más de los que uno espera. Intentaremos mantener a los que tienen contratos, a no ser que paguen su cláusula de salida, y a partir de ese momento abrir el abanico hacia los demás», valoró Fisac, al que le gustaría contar con Beirán, Wiley (con contrato), Costello (con cláusula de salida) o Shurna (termina contrato). «Beirán tiene ahora mismo un mercado muy abierto y es una opción que manejo seriamente, y quiero igual a Wiley que a Costello, pero es que no depende de mí. Si mañana viene un equipo y paga su cláusula de salida no podemos hacer nada», añadió sobre los pívots; y finalizó diciendo que «el contrato de Shurna está aceptado y por falta del club de mandarlo».

El club claretiano ya trabaja con vistas al curso que viene y Nico Brussino, que no cuajó en su primera etapa pero que ahora brilla en Zaragoza, es objetivo prioritario. El argentino tiene contrato con los maños pero con cláusula de salida y aunque otros clubes también lo pretenden, la oferta isleña es importante.