Paseo lituano ante un Granca sin alma
El Herbalife Gran Canaria sufrió su décima derrota consecutiva en la Euroliga, la duodécima en los últimos 13 compromisos en la máxima competición continental, tras naufragar de forma inadmisible y vergonzosa ante el Zalgiris Kaunas lituano. El cuadro claretiano evidenció su actual nivel de juego y resultados, sin argumentos en ataque y en defensa.
EFE / Lituania
Viernes, 8 de marzo 2019, 07:46
El Herbalife Gran Canaria sufrió en su visita a Zalgiris Kaunas su décima derrota consecutiva en la Euroliga (98-64), ante un adversario que fue una auténtica apisonadora y que no tuvo compasión de un rival que deberá variar diametralmente su rendimiento en la Liga Endesa para no descender.
Los jugadores del conjunto lituano que dirige el exjugador barcelonista Sarunas Jasikevicius, que aún aspiran a disputar el 'play off', salieron de inicio a por el encuentro ante un Herbalife centrado en conseguir la permanencia en la Liga Endesa y en el difícil compromiso del domingo en la cancha de Iberostar Tenerife.
De esta forma, los locales fueron una máquina bien engrasada ante un conjunto en el que apenas cabía resaltar la garra que siempre exhibe el alero catalán Xavi Rabaseda.
Poco antes de llegarse al ecuador de este primer parcial, Víctor García tuvo que parar el choque cuando Zalgiris se iba de ocho (13-5), pero el cuadro lituano siguió a su ritmo, muy superior al de los isleños, y concluyó este cuarto con un concluyente 25-10.
Los enfervorizados aficionados que se dieron cita en el concurrido Zalgirio Arena -que presentaba una imagen bien diferente a la de los graderíos del Gran Canaria en Euroliga- disfrutaban del juego de los suyos, quienes literalmente arrollaban a un rival que les ganó en el choque de la primera vuelta.
Herbalife, con notables problemas en defensa y desacertado en ataque, perdía al inicio del segundo cuarto por 30-10, tras triple de Milaknis y posterior canasta de Jokubaitis, en un partido en el que quedaba de manifiesto sin llegarse al descanso que el Gran Canaria sufriría su décima derrota consecutiva en esta competición.
Pese a su amplia renta en el electrónico, Zalgiris, continuamente espoleado por sus aficionados, no se permitía la relajación, y llegaba al descanso con un significativo 46-27.
Para colmo de males del conjunto grancanario, los lituanos empezaron el segundo periodo enchufando varios triples y, además, Wiley se cargaba con cuatro personales, tras lo cual los locales se iban de 27 (57-30), y los rostros de Víctor García y el veterano Oliver en el banquillo eran la viva imagen de la frustración.
Zalgiris llegaba al último cuarto con un sonrojante 77-45, ante un Gran Canaria cuya única preocupación consistía ya en evitar cualquier lesión que mermase a la plantilla en los compromisos de la Liga doméstica, donde tiene la misión de conseguir la permanencia y cerrar una campaña para el olvido.
Como dato positivo para los isleños cabe indicar que sus dos últimas incorporaciones siguen sumando minutos para acoplarse a sus compañeros, con más muestras de calidad hasta el momento por parte de Wiley que de Jefferson.
