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Aythami Alonso / Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 17 de julio 2020, 02:43
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Bajo la disculpa de mostrarnos la familia GT, Kia Canarias nos convocaba en el admirable Parque del Motor que la familia Chicharro ha levantado como anexo al Karting de Tarajalillo, desvelando en un acto ceremonioso, y con el boato que el protagonista merece, una de las sorpresas del año a nivel mundial, el esperado Kia Stinger, una berlina de corte Gran Turismo llamada a enfatizar la percepción que todos tenemos de la marca coreana como un fabricante generalista, cuyo listón se ha elevado a partir de hoy varios peldaños.
Con este modelo, Kia ha cruzado el rubicón para pasar a codearse con los grandes de la industria, fundamentalmente alemanes y japoneses, a los que desafía y lanza el guante con argumentos más que convincentes. Uno de ellos es el precio: a partir de 38.950 euros para la versión Spirit con motor 2.0 gasolina de 255 CV.
Para el Stinger no cabe la frase hecha: “Es un coche que te gusta o no te gusta”. La nueva berlina coreana gusta a todos, es más, me atrevo a afirmar que enamora a primera vista. Otra cosa es que se adapte a las necesidades particulares de cada usuario, pero estoy convencido que va a llamar la atención de todo el que entre a una exposición Kia.
Del estudio de diseño que la marca tiene en Fráncfort, y bajo la batuta de Gregory Guillaume, ha nacido el nuevo buque insignia, cuya principal virtud, a mi juicio, es la elegancia que irradia combinada con una deportividad natural, no forzada, que es lo que verdaderamente le hace atractivo.
Una de las claves de su rotunda presencia en la carretera son sus proporciones de vehiìculo con propulsión posterior: un capoì largo con un corto voladizo delantero (830 mm), una gran batalla (2.905 mm) que da amplitud al habitaìculo y un largo voladizo trasero (1.095 mm) con fuertes hombros.
La planta del Stinger, sus proporciones y su equilibrio visual estaìn concebidos para crear un aire de elegancia atleìtica, en lugar de una agresividad brutal. El Stinger mide 4.830 mm de largo y 1.870 mm de ancho, por lo que resulta mayor que otras berlinas deportivas, ademaìs de ofrecer un habitaìculo y un maletero espaciosos. Este último cubica 406 litros que pueden ampliarse hasta los 1.114 abatiendo la segunda fila de asientos.
Tomar asiento en el Stinger supone adentrarse en el universo de exclusividad reservado a los fabricantes premium, consagrados, intocables, cuyo club tiene un nuevo e inoportuno miembro que a buen seguro les hurtará un buen puñado de clientes sin complejos, a quienes no les quita el sueño el emblema encastrado en la calandra de su vehículo, sino lo que éste es capaz de ofrecerles.
La consola central estaì intuitivamente dividida en dos aìreas especiìficas: los controles de infoentretenimiento quedan eficazmente dispuestos bajo una gran pantalla taìctil (de 7” para acabado Spirit y 8” para GT Line y GT), mientras que los de calefaccioìn y ventilacioìn se alojan por debajo. El cuadro de instrumentos es tipo analógico, con dos esferas de gran tamaño circundadas por un marco metaìlico y agujas rojas.
Una pantalla TFT a color entre los dos indicadores muestra datos de prestaciones, como fuerzas G laterales, tiempos por vuelta o temperatura del aceite, junto con informacioìn auxiliar como las del ordenador de viaje, los ajustes del conductor, navegacioìn y diagnoìsticos.
Las salidas de aire circulares con radios, de inspiracioìn aeronaìutica, se encuentran delante y detraìs. Una elegante moldura de cromo satinado rodea el habitaìculo, con un efecto acogedor e iìntimo. En las plazas delanteras y traseras, la longitud de la batalla permite un buen espacio para las rodillas, mientras que la altura libre hasta el techo es generosa, especialmente en la cabina delantera. La trasera se ve condicionada por la prominente caída del techo, pero ofrece diafanidad suficiente para acoger adultos de estatura media.
Bajo el largo capó del Stinger pueden tener cabida tres unidades propulsoras turboalimentadas, todas ellas ubicadas longitudinalmente, lo cual facilita la implementación del árbol de transmisión hacia el tren posterior.
En diésel la oferta se centra en un 4 cilindros de 2.2 litros, capaz de generar 200 CV y 440 Nm, con aceleración hasta 100 km/h desde parado en 7.7” y una velocidad punta de 225 km/h, con sistema motriz aplicado al tren posterior.
En gasolina la gama arranca con el motor Theta de cuatro cilindros turboalimentado y 2.0 litros de cilindrada, que produce 255 CV a 6.200 rpm y su par maìximo, 353 Nm, estaì disponible entre 1.400 y 4,000 rpm. Al igual que en la versión turbodiésel, la propulsión está encomendada al eje trasero.
Como tope de gama se erige el motor Lambda II de gasolina V6 biturbo de 3.3 litros, con una potencia maìxima de 370 CV que llega a 6.000 rpm y 510 Nm de par entre 1.300 y 4.500 rpm. Con este motor el Stinger puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,1” y alcanzar una velocidad maìxima de 270 km/h, estando provisto de tracción a las cuatro ruedas.
Tras la presentación del producto tuvimos ocasión de conducir durante unos kilómetros la versión más potente (3.3 litros-370 CV), transmitiéndonos unas prometedoras sensaciones que tendremos ocasión de profundizar en una prueba a fondo que realizaremos en breve.
Una de las claves del Stinger radica en la suspensión con control electrónico que monta (DSDC), y que a través de los modos de conducción del ‘Drive Mode Select’ podemos ir adaptando a nuestras necesidades, además de la respuesta de dirección y acelerador. Cinco son los programas preconfigurados: Smart, Eco, Comfort, Sport y Sport+.
Durante la presentación del Kia Stinger intervino Mónica Suárez, gerente del concesionario regional Arimotor Canarias, que aparte de mostrarse emocionada de poder desvelar el exuberante modelo, aprovechó para dar a conocer el balance de los cinco primeros meses del año.
De enero a mayo de 2018 la marca ha crecido un 5,5% global, con especial incidencia en Lanzarote (+82%) y Telde (+30%), plazas donde Arimotor Canarias se ha establecido directamente desde el pasado año, decisión que se ha confirmado como acertada vistos los resultados.
Igualmente clave en el crecimiento de las ventas ha sido el refuerzo en el segmento RAC (Rent A Car), con un repunte del 112%, lo que ha supuesto duplicar las unidades vendidas a alquiladores, precisamente en un momento donde este sector se encuentra en retroceso por saturación del mercado.
Uno de los factores que ha ayudado a mejorar estas cifras es la introducción del crossover urbano Stonic en el círculo RAC y el incremento de la producción de este modelo, cuya gran demanda a nivel mundial había desbordado las previsiones de stock.
Con estas cifras en la mano, Mónica Suárez se aventuraba a prever el cierre de 2018 con un total de 2.000 Kia vendido
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