Ruidos en el sistema de frenado
Los componentes del sistema de frenado no parecen ser de gran relevancia a la hora de adquirir un vehículo, sin embargo no somos conscientes del esfuerzo y la dedicación que realizan las compañías para mejorar la eficacia de estos productos.
Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 8 de febrero 2019, 14:13
Los componentes del sistema de frenado no parecen ser de gran relevancia a la hora de adquirir un vehículo, sin embargo no somos conscientes del esfuerzo y la dedicación que realizan las compañías para mejorar la eficacia de estos productos. Incluso cuando ya están comercializados.
Como todo componente de un coche, el sistema de frenos debe cuidarse, lo cual implica unos mantenimientos y una vigilancia determinados. Uno de los síntomas de que puede suceder algo, es el ruido. Si el material de fricción de las pastillas está desgastado o cristalizado, puede derivar en un sonido extraño.
La fricción es una de las partes esenciales del trabajo de este sistema. Se basa en el rozamiento de discos y pastillas. El hecho de escuchar un ruido anómalo durante ese proceso, puede tener un significado. Las causas de un ruido en el sistema de frenos pueden ser varias. Todas ellas pueden tener diferentes grados de gravedad.
¿De qué causas estamos hablando?
La causa más común es la de que el material de fricción de las pastillas esté gastado. Si el material se gasta, la capacidad de frenar disminuye e incluso se pueden llegar a romper los discos. Aunque también existe la posibilidad de que en vez de gastarse, el material se cristalice. En ambos casos la solución es la de cambiar las pastillas de freno.
Sin embargo, pueden existir otras causas del porque puede hacer ruidos el sistema de frenos. La suciedad es una de ellas. Se puede acumular polvo porque no se use el coche desde hace tiempo o bien por circular por carreteras que no estén limpias.
En el caso de que la acumulación se deba a por dónde circulamos, se puede solucionar. Bastará con circular durante varios kilómetros por carreteras en buenas condiciones. Lo mismo sucede si la causa del ruido es la humedad. Cuando se acumula la humedad, las pastillas de freno chirrían. Al circular en seco, la humedad se acaba disipando.
Si los discos están en mal estado, puede deberse a tres opciones. La primera es que sean un producto de mala calidad, la segunda es que se hayan deformado con el tiempo, y la tercera que estén mal rectificados. Si resulta que están mal rectificados, ni siquiera cambiando las pastillas se dejará de oír el ruido.
Una buena conducción y uso de los componentes del vehículo, ayudará a preservarlos en buen estado. En cuanto a los frenos, se recomienda no abusar de ellos. Usarlos en su justa medida prevendrá el calentamiento de las pastillas y el efecto “fading”. Este fenómeno es la pérdida de la eficacia del sistema de frenos debida a su uso excesivo.
Además, una alta temperatura haría que se calentase en demasía el líquido de frenos, llegando a anular la frenada. Si llega a hervir, produciría burbujas que anularían la capacidad del sistema de frenos.
Otra consecuencia de la alta temperatura del sistema de frenos, es la pérdida de eficacia en el material de fricción. La alta temperatura hará que no exista un buen rozamiento entre las pastillas y los discos de freno.